Capitulo 31

280 43 7
                                    

¿Haz sentido alguna vez esas cosas punzantes en la nuca?

Son ellos...

• • •

31

Era una noche oscura, la cámara de vigilancia estaba directo al callejón. La grabación estaba en un efecto en el que las personas se veían verdes para que se pudiera detallar y ver las cosas aún que todo estuviera a oscuras, a eso se le llamaba: Visión nocturna.

Era inusual, pero al menos se podían apreciar ciertos detalles.

Al principio no se veía nada, sólo era un callejón desolado en el que ninguna persona le pasaba por enfrente. Quizás todos estaban en sus casas, era lo más probable.

Todo estaba pacífico, al menos hasta que un hombre comenzó a caminar de una forma un tanto sospechosa, caminaba alerta a los lados y lo que más llamo mi atención fue que tenía la capucha puesta sobre su cabeza. No pasó demasiado cuando salió de la grabación, pero me tomo de sorpresa verlo trotar rápidamente hasta adentrarse dentro del callejón.

¿Será que. .?

Y como pensaba un hombre corrió  en dirección al callejón: Era un señor de estatura media, tenía sobrepeso y corría asustado, mirando de vez en cuando hacia atrás.

El era el señor Thomas.

Me sentia demasiado tensa, vi de reojo a los chicos que tenía al lado para ver que expresiones tendrían, para ver si alguno se veía igual de nerviosa que yo, pero ellos sólo veían la pantalla con seriedad. Me enfoque en regresar la mirada al igual que ellos. Justo a tiempo para ver como algo jalaba al hombre dentro del callejón.

Aún que ese "algo" se podía ver con claridad. Gracias a la forma de grabación pude ver la realidad de como todo había sucedido:

El encapuchado tomó al hombre para después estamparlo contra la pared, provocando que su cabeza rebotara. Cubrió su boca justo a tiempo cuando en pantalla varias personas corrían en dirección de donde antes venía el señor Thomas.

Cada uno de ellos tenían caras asustadas y sorprendidas.

No necesitaba ser muy inteligente para saber con franqueza que era lo que estaba sucediendo fuera de cámara. Sólo era unir los puntos solos que desde hace semanas me había estado carcomiendo de la duda por la falta de pruebas e información.

Era clarísimo que todos iban directo a la casa que se estaba incendiando.

Mientras tanto en el callejón se podía ver como el Señor Thomas forcejeaba para que lo soltara, daba patadas y empujones que le hacían más difícil al encapuchado mantenerlo quieto. Por un momento, una de sus manos quedó libre y en ella tenía una linterna que no dudó en usar para ver al que intentaba hacerle daño.

Sin embargo cuando la luz llego al rostro del el hombre, el mismo solto la linterna asustado. Me sobresalte sobre mi lugar al ver como el encapuchado comenzó a soltarle puñetazos directos a su estómago para dejarlo sin aire, como si supiera que esa era la manera más sencilla para que dejará de moverse.

Intentaba prestar atención a cada detalle, pero no podía ver algo que me dijera quien era el loco que estaba queriendo asesinarlo.

El Señor Thomas se quedó totalmente quieto ante los golpes y la falta de aire que seguramente le había provocado. El hombre bajó su capucha dejándome con las ansias de poder verle el rostro, pero todas mis esperanzas bajarón así como habían subido cuando note que tenía un pasamontañas.

Brais: Un pueblo con seres oscuros y sangrientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora