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Las calle está contaminada de caras falsas ocultadas tras sonrisas que te mienten.
° ° °
45
Camino de vuelta por las calles con pasos rápidos, sin dejar de vigilar por todos lados esperando no encontrarme con nadie; por alguna razón las calles estaban por completas solas, como si el tiempo se hubiera detenido la primera vez que caminé por el lugar. No podía dejar de reflexionar lo extraño de toda la situación, esa mujer parecía que padecía bastantes traumas, todo lo que había dicho era tan desconocido.Además, ¿Qué clase de loco fabricaba esos tipos de personas? ¿Y por qué hacer híbridos? Brais era… ¿Qué era en realidad? Yannick, Jen y todos los pueblerinos con heterocromia eran ¿Híbridos? ¿De leones? ¿Qué se supone que eso significaba?
Asesinaban por que les gustaba… Eso lo sabia más que perfecto y en realidad tenía sentido. Solo que pensarlo de esa manera era tan raro… ¿Cómo les diría? ¿Cómo los chicos se sentirían?
Dejé de lado toda clase de pensamiento y cuando me di cuenta ya estaba frente a esa pequeña casa mal pintada y vieja en dónde ahora estaba viviendo. Dudé un instante, no quería entrar, no sabía como explicar lo que ahora sabía y no quería dañar a nadie.
Solo debo ser sincera.
Con ese pensamiento, corrí cruzando la cerquita blanca que rechinó en cuanto la pequeña puerta de metal se golpeó contra el cerco. Fruncí la nariz adolorida, y a como pude intenté abrir la puerta de la entrada principal, las bolsas en mis manos me impedían poder sujetar el pomo de la puerta. Darwin me había ayudado con todo lo que debía comprar, por alguna razón creía que me estaba muriendo de hambre y me hizo comprar demasiado.
“Tengo que bajar las bolsas”
Suspiré dándome por vencida, sin embargo, mi cuerpo se dejó caer hacía el frente en cuanto la puerta fue abierta de par en par, haciéndome caer en un golpe duro contra el suelo.
Mierda…
Un par de carcajadas fuertes resonaron a mi lado por lo alto, Jen estaba tomándose del estómago todo torcido mientras me veía en el suelo.
—¡Nisha! —exclamó Brais desde lo lejos.
—¡No, la comida! —chilló Yannick corriendo a quitarme las bolsas que estaba aplastando.
Me arrodillé en el suelo lanzando miradas fijas en ambos chicos, Jen no parecía notarlas, y Yannick se estaba yendo a la cocina con las bolsas abrazadas.
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Brais: Un pueblo con seres oscuros y sangrientos
Mistério / SuspenseLos asesinos más peligrosos viven junto con los pobladores. Todos ellos tienen algo en común, y eso es la enfermedad que llevan en los ojos, lo que los hace más fáciles de identificar: la heterocromía. Sus víctimas son asesinadas a sangre fría y no...