🦂Cap 04👻

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El guijonte

Lash estaba cayendo por el enorme barranco, poco a poco su vista se aclaró y ya no sentía mareo, estaban pasando los efectos del veneno, rápidamente reaccionó sacando el cuchillo con cuerda que traía y lo encajó en la roca, pero por la caída le fue imposible mantenerlo firme. Aun así no se rindió y lo encajó con más fuerza rasgando la piedra disminuyendo un poco la velocidad de la caída, hasta que finalmente logró encajarlo bien en una ranura bien echa y se quedó colgando de la liana a pocos centímetros del suelo.

Como ya estaba cerca no era peligroso, así que se soltó cayendo acostado de espaldas. Tenía un fuerte dolor por todo el cuerpo y le dolía mucho la cabeza. Esa criatura no era nada que hubiera visto o escuchado antes, era completamente desconocida para él. Con mucho esfuerzo se levantó y comenzó a caminar rumbo a su hogar.

(...)

Al llegar preparó algo de medicina con plantas de alrededor que conocía gracias a su madre y se las untó en la herida, luego las vendo con hojas y lianas y tomo un descanso recostándose a un árbol.

-Esa cosa... No tengo idea de que era... Esta interrumpiendo el camino para salir de este bosque Tsk -protestó arrugando su rostro y apretando sus puños-. ¿Ahora qué voy a hacer?

-¿Momento difícil? -el gran hombre habló llamando la atención del chico-. Hasta ahora has sobrevivido por los conocimientos de tus padres, pero parece que no llegaron a conocerlo todo, es normal, el cerebro humano no tiene tanta capacidad, además existen criaturas y plantas nuevas que el hombre no conoce, cada día la evolución avanza y con ella nuevas especies surgen y viejas mueren.

-Tienes razón... No podía depender siempre de los conocimientos de mis padres -bajó la mirada-, supongo que aquí es cuando tengo que arreglarmelas sólo. Es verdad lo que dices, la mente humana no puede albergar tanto conocimiento, incluso a mi puede que se me olvide algo, es hora de plasmar estos conocimientos en algo que no pueda olvidar.

-Ohhhhh -el sujeto sonrió-, tienes alguna idea brillante, puedo verlo en tu cara.

-Es lo que hace que la historia se pueda transmitir de generación en generación sin ser olvidada -se levantó sonriente y arrancó una hoja del árbol detrás suyo- tengo que conseguir un diario de viaje.

Con esta idea en mente regresó al pueblo donde conoció a su sensei, allí se infiltró con cuidado en la casa de este y agarró un par de libros en blancos y unas plumas con tinta que estaban dentro. Al final pudo sacarle provecho a las cosas del sensei antes de que se las llevaran los demás.

Una vez con ellos los guardó en su bolsa y comenzó a escribir. Allí plasmó todo lo que recordaba de criaturas y plantas hasta el momento y por supuesto no podía faltar la información de la nueva criatura a la que llamó guijonte.

-Al parecer este criatura puede razonar y pensar muy bien, logró distraerme para atacarme y fue muy cautelosa -habló mientras escribía en el diario-, sus aguijones pueden estirarse a una distancia... Considerable, además cuando me tocaron afectó de alguna manera mi sistema nervioso provocando que me aturdiera... -se quedó pensativo -, el efecto sólo duró unos minutos, tal vez si evito todos sus ataques... Aunque es algo difícil.

-¿Estas pensando volver a esa cueva? -preguntó el gran hombre.

-Tengo que vencer al guijonte, es la única forma de pasar al otro lado, mi hermana me espera, ya he perdido demasiado tiempo aquí atrapado -habló y se levantó guardando el diario-, se que no será fácil, así que esta vez iré bien preparado.

El Demonio de La Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora