👦🏻Cap 07💣

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El Santuario Verde

Mick se encontraba en la entrada de su aldea mirando hacia arriba, se veía cansado y suspiraba triste.

—¿Pensaste que no regresaría? —el chico escuchó una voz a su espalda y se giró rápidamente, su rostro se lleno de alivo y alegría al ver que se Trataba de Lash.

—¡Estas vivo! —gritó emocionado, pero Lash le puso una mano en la boca callandolo.

—Recuerda que me expulsaron, sería peligroso si los guardias me encuentran —susurró mirando a todos lados—, encontré la forma de acabar con los florables, pero necesito tu ayuda.

—Bien, vamos a entrar —el niño sonrió.

Al rato Mick se acercó a los guardias de la entrada arrastrando un saco enorme que tenía forma humana.

—Eyey ¿Qué llevas ahí? —preguntó uno de los soldados.

—Es un cadáver, calló por el túnel sin querer, así que lo llevaba a donde él anciano por si quería enterrarlo o algo —sonrió inocentemente—, debió ser algún viajero.

—Mmm —el guardia entrecerro un poco sus ojos sospechando y se acercó al cadáver, estuvo a punto de destapar la cara pero el chico lo detuvo.

—Se que eres nuevo en esto, no se si buena idea, digamos que su cara quedó... —hizo una mueca fea con su boca—, yo vomite como 3 veces cuando la vi.

—Oh... —el soldado se raspó la garganta y retiró sus manos— pasa pasa, pobre hombre, espero que tenga un buen entierro.

—Gracias que tengan bien día —Mick se despidió y continuo su camino hasta llegar a su casa.

Una vez dentro abrió el saco y Lash salió respirando agitado.

—Dios casi me quedo sin aire —intentó calmar su respiración y se puso de pie.

—Bien, me contaste que tenías una fruta especial que generaba un humo altamente inflamable —preguntó el chico con curiosidad—. ¿Te queda más fruta de esa?

—De haber sabido que servía habría guardado más pero... —rebuscó en su mochila y sacó 5—, estas son todas las que me quedan, no creo que alcancen para todos los florables del pueblo.

—No tiene que ser para todos, no eres él unico que estuvo trabajando —dijo caminando hacia su laboratorio trasero, Lash solo lo escuchó.

—Veras, ya escchaste la historia del Santuario Verde y que fue donde empezó todo esto —habló el chico rebuscando entre sus cosas—, pues descubrí que al parecer los florables necesitan de ese árbol para vivir, antes de que llegaras había salido varias veces a la superficie, con cuidado claro, para observar los comportamientos de estas criaturas, y me di cuenta que todos al menos una vez al día se dirigen al santuario, no se exactamente que hacen allí, pero creo que es algo necesario para vivir.

—Lo que estas queriendo decir es que en ves de matar a los Florables, acabemos con su fuente de vida, el samtuario —habló Lash.

—¡Si! —dijo con emoción —pero se esfumó y bajo la mirada—, pero esto tiene dos razones por las cuales hasta ahora no he podido realizar eso aparte de que no encontraba una forma efectiva de esparcir el fuego.

—¿Cuáles son? —preguntó con curiosidad el chico.

—La primera es que el árbol es donde más criaturas de esas hay —explicó alzando un dedo—, incluso de día, hay bastante sombra por lo que acercarse sería extremadamente complicado —alzó el segundo dedo—, y la segunda es que como dijo el anciano el Santuario Verde es un lugar sagrado, el nunca permitiría que lo destruyéramos basándonos solo en la teoría de que así acabaríamos con la amenaza.

El Demonio de La Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora