📌Cap 46👑

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La aguja en el pie

El plan había fallado, Infroborus estaba saliendo del agujero con la Matadioses entre sus dientes jalando con fuerza, Lash que estaba dentro tenía un brazo dislocado y otro apenas enganchado a las cuerdas haciendo fuerza para intentar zafarse.

-Es inútil, con un sólo brazo no puedo -decía este apretando sus dientes con frustración.

-Mierda mierda mierda. ¿Qué se supone que hagamos ahora? -decía Naxx nervioso sudando mientras se comía las uñas.

-¡Aun no se rindan! -Darya apareció desde abajo de la bestia y se transformó en su forma drakonia para luego lanzarle una mordida con todas sus fuerzas a la garganta del dios causando que este retrocediera un poco de dolor soltando el Matadioses y agitando la cabeza para librarse de la chica hasta que logró estamparla lejos contra varios árboles.

-¡Hagan retroceder al Matadioses! -gritó Naxx a los soldados, estos comenzaron a empujar desesperados el gran arma hacia atrás adentrándose en la aldea.

Infroborus lanzó un rugido resonando este por todo el lugar haciendo que la mayoría se tapara los oídos, luego comenzó a avanzar logrando salir del enorme agujero y dando fuertes pasos haciendo temblar la tierra, los soldados al frente corrieron asustados adentrándose a la aldea, pero no había escapatoria, la bestia estaba muy alterada y agresiva agitando su cola por todos lados como un violento látigo gigante matando a todo el que estuviera alrededor de ella, además con su gran mandíbula de un bocado destrozó toda la entrada principal de la aldea caminando de manera amenazante hacia la Matadioses siendo esta su principal objetivo.

-Debo hacer algo -Lash intentó agarrar la cuerda con el pie, pero no podía-, rayos con la boca tampoco podría, necesito el brazo para el movimiento completo, con uno sólo no puedo mover el arma.

-Piensa piensa, debe haber algo que podamos hacer -Elisette miró a todos lados intentando buscar una solución, se le ocurrió un plan y rápidamente agarró a Aegan del brazo y lo jaló hacia adentro de la aldea-. ¡Por favor manténganlo entretenido por un rato! -gritó hacia Naxx, este asintió.

-¡Lancen todo lo que tengan a la mano, hagan todo lo posible por retrasarlo! -gritó este hacia sus soldados, estos estaban asustados y apenas podían moverse, la moral era muy baja-, mierda... Así no lo lograremos, papá... ¿Qué debería hacer? -miró al cielo esperando una respuesta... la imagen de su padre se formó entre las nubes-, es cierto... es una frase que tú me decías, la mejor manera de mover a tus hombres es si das el ejemplo al frente.

Naxx con una expresión seria saltó de donde estaba y agarró dos cascos de dos soldados, luego salió corriendo sorprendiendo a todos dirigiéndose hacia la bestia, esta estaba justo frente a él.

-¡Hemos vívido por generaciones con miedo a estos malditos dioses, no podemos estar toda la vida siendo aplastados por ellos, recuperandonos para que nos vuelvan a aplastar! -gritaba con fuerza mientras la bestia alzaba su gran garra delantera-. ¡Estas personas están aquí arriesgando su vida para salvar nuestra aldea, no puede ser que nosotros quienes vivimos aquí estemos detrás ocultandonos! -una serie de recuerdos inundó su mente, era él con su padre investigando las piedras y minerales cerca de la aldea, el sueño de ambos de algún día resolver el misterio de porque los dioses los invaden y de algún día, superar ese destino-. ¡Hoy será el día en que nos alcemos sobre un dios, no pasará por aquí sin antes pincharse!

-La enorme garra de la bestia aplastó de lleno al jefe salpicando sangre por los costados dejando a todos boquiabiertos.

-¡Naxx! -gritó Lash viendo la escena apretando su puño con frustración.

El Demonio de La Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora