🐺Cap 15🏔

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Cavernas oscuras

En el gran lago se veía la bestia asesinada esparciendo su sangre mientras todos miraban sorprendidos.

—Le asestó un golpe directo y letal aun estando en el aire... Ese manejo de la espada es impresionante —comentó Marko, luego miró a su lado y vio a Lana herida—. ¡Lana! ¿Estás bien? —se agachó llamando a la chica que también observaba impresionada la escena.

—S-si gracias a Aegan que me salvó —señaló al castaño quien sonreía aun estando herido—, Lash lo logró... Salvó el lago —la chica esbozó una sonrisa.

—Si... Estoy bastante impresionado —comentó el capitán sonriendo también.

En ese momento sintieron un ruido a su espalda, al girarse vieron a Elisette que se había desmayado.

—Ah rayos —Aegan se acercó y la cargó en sus brazos—, esta bastante herida, supongo que llegó a su límite.

—Pueden atenderla los curadores de la aldea —se acercó e hizo una reverencia—, consideralo una disculpa por haberlos atacado sin motivo.

—Si tenías un motivo, sólo que estabas confundido —sonrió y el otro levantó la cabeza sonriendo—. ¿Y que harás con los enemigos?

—Ahora que el lago esta de nuevo lleno les será más complicado llegar hasta aquí y no somos asesinos, así que simplemente los dejaremos ir, así servirá de advertencia para los de la aldea vecina.

—Mmmm no se yo si dejarlos ir sería lo mejor... Pero supongo que capturarlos o matarlos no va con ustedes —le dijo y Marko sonrió.

Ambos se retiraron hacia la aldea, Lana se quedó mirando el agua de la orilla hasta que... De repente salió de esta Lash tosiendo y respirando agitado, la chica lo ayudó a subir y ambos quedaron uno al lado del otro bocarriba en el suelo.

—Lo lograste... Gracias... —sonrió la chica.

—Costó más trabajo del que pensé, supongo que no podré irme hoy —colocó una mano en su rostro y suspiró.

(...)

Luego de varias horas los chicos fueron curados y reposaron por toda la tarde, hasta la noche que llegó la hora de la comida. Los tres se encontraban comiendo tranquilamente, se notaba que tenían sus cuerpos vendados mayormente Elisette que era la más herida.

—Nunca pensé que una princesa como tu llegaría a esos extremos —habló Aegan bebiendo un poco de jugo de fruta.

—Callate, sino lo hacía podían haberte matado, deberías agradecerme —le respondió esta comiendo fruta.

—Es increíble todas las cosas que pasaron en un momento —suspiró Lash—, y yo que quería partir mañana.

—Tranquilo, pronto partiremos —le dijo Aegan con una sonrisa.

—Al menos... Esta vez si pude salvar a alguien... —comentó con una expresión triste recordando el incidente de Mick en su cabeza.

El castaño y la chica sólo se vieron confundidos y a la vez sintiendo lástima por el chico.

En ese momento apareció Lana interrumpiéndolos, esta también tenía vendas en sus heridas y se notaba muy alegre.

—Quiero darles las gracias a todos de parte de los de la aldea —hizo una reverencia—, a pesar de no ser iguales a nosotros los tres arriesgaron mucho para salvar mi pueblo, se los agradezco enormemente y... —alzó la cabeza algo apenada y sonrojada—, quiero pedirles algo...

El Demonio de La Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora