Batalla en el lago
Justo en el camino que separaba el lago de la aldea Kenri, estaba el general Volkov, este se notaba todo mojado y respirando cansado.
—Diablos... Nunca imaginé que el agua comenzaría a correr de esa manera —comentó sacudiendo su lanza para secarla—, mis soldados fueron arrastrados, será un problema cruzar el lago pero... Estoy tan cerca... Estas criaturas no deben ser más fuerte que yo —sonrió ligeramente y comenzó a caminar en dirección a la aldea—, no me iré sin matar antes unos cuantos.
En ese momento justo delante del sujeto se cruzó alguien impidiéndole el paso, este se detuvo sorprendido.
—¡No pasarás! —gritó Lana quien temblando estaba con las manos estiradas y los ojos cerrados frente al caballero—, en esta aldea esta mi familia y la gente que quiero, no permitiré que alguien con malas intenciones pase.
—Tsk... Debe ser una cría de esas bestias molestas —protestó el sujeto poniendo una mueca en su rostro—, no importa, con ese tamaño ni siquiera será un problema.
Agitó su gran alabarda haciéndole un pequeño corte en el cachete a la chica que la asustó y este sólo sonrió.
Mientras... En el interior de la aldea, Marko estaba frente a los dos jóvenes con todos los habitantes a su espalda.
—¿Qué fue lo que pasó aquí? —preguntó la princesa acercándose viendo al anciano herido en el suelo—. ¿Ese es... ?
Intentó acercarse más, pero Marko se colocó en medio con el ceño fruncido del enojo.
—No se hagan los inocentes, ustedes son los únicos aquí que podrían hacer algo así —habló este.
—Te equívocas, nosotros no hicimos nada —intentó defenderse la princesa desesperada.
—¡Mienten! —gritó haciendo retroceder a la chica del susto—. Nunca debí dejarlos pasar. ¿Dónde diablos esta el otro?
—¿Lash? El salió hace rato con Lana —dijo la mujer, pero esto no ayudó.
—¡¿Qué diablos le hicieron a Lana?! —Marko perdió los estribos y alzó su mano abierta reuniendo una gran cantidad de aire dejando perpleja a la chica.
Aegan notó esto y saltó rápidamente alzando a la chica y subiéndola en su hombro, mientras con su otra mano usaba su antebrazo para bloquear lo que se venía, que fue un golpe con la palma del otro, pero de esta salió un fuerte impacto de aire comprimido que golpeó el antebrazo del castaño haciéndole mucho daño.
—Eso... No fue un golpe normal... —exclamó Aegan sorprendido.
—¡Aun no has visto nada! —alzó su otra mano repitiendo el mismo proceso atacando esta vez el otro lado.
El castaño rápidamente cambió a la chica sobre sus hombros de posición girando su cuerpo y poniéndola en su espalda sujetándola con ambas manos mientas golpeaba con una patada el costado del brazo de Marko desviando la onda de aire al suelo.
—Oye oye, no quiero pelear, es mejor que hablemos de esto —intentó tranquilizarlo Aegan—. Lash esta ayudando con el lago, Lana puede corroborar eso.
—¡Mentiroso! Sólo quieres ganar tiempo mientras huyen —respondió el soldado envuelto en furia preparándose para atacar.
—Tsk maldita sea, supongo que no hay de otra —tiró a la princesa adentro de la cabaña cayendo esta sobre las hojas golpeándose el trasero—, quedate ahí, ganaré algo de tiempo hasta que llegue Lash y Lana, ellos arreglaran este mal entendido.
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El Demonio de La Luna Roja
FantasyUn chico pierde a toda su familia excepto a su hermana, a la cual quiere rescatar y recorrerá un largo y difícil camino para hacerlo, nada le será fácil y sufrirá mucho. ¿Lo conseguirá?