🐸Cap 13🏞

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La aldea Kenri

Cerca del enorme cráter se encontraban unos sujetos asomándose, estos tenían todos una armadura que alternaba los colores entre rojo y dorado portando como armas largas alabardas. Al frente el que parecía ser el líder era el único sin casco y con una capa blanca que cubría sus hombros, su cabello era rubio algo corto con arrugas en la piel mostrando ser mayor de edad y con una cicatriz en el rostro algo grande abarcando la mitad de este.

—Así que del otro lado esta la famosa aldea Kenri, tenía tantas ganas de verla en persona —habló este sonriendo.

—General Volkov —habló uno de los soldados a su espalda llamando la atención de este—, esta anocheciendo y a esta hora suelen salir criaturas peligrosas, lo mejor será esperar a la mañana.

—Lo se —respondió el general—, sólo quería echar un vistazo, esta noche preparen todo, mañana iremos de caza.

(...)

En la llamada aldea Kenri se encontraban los chicos siendo Lash el del frente encarando al enorme sujeto que había aparecido.

—No tenemos intensión de buscar pelea, sólo estamos de paso —habló Lash sin apartar la mirada manteniendo una expresión seria y tranquila.

—No parece que estés mintiendo... —dijo el otro mirando a sus compañeros atrás—, tampoco parecen soldados, si son sólo viajeros entonces deberían tomar otro camino.

—Princesa —llamó Lash girando la cabeza mirándola. Esta entendió lo que le quiso decir y enseguida rebuscó entre sus cosas hasta encontrar un mapa.

—Según esto... Deberíamos atravesar la aldea para llegar —explicó.

—Supuse que dirías eso, no parece haber más caminos viables —mencionó Lash devuelta mirando al sujeto.

—Es una lástima, pero no dejaré que unos humanos pasen porque si —habló señalando a Lash con el dedo.

—Vamos vamos, Marko no seas tan agresivo —alguien habló a su espalda llamando la atención de todos.

Este igual que el resto tenía las mismas características, sólo que su piel era un poco más arrugada y de color marrón. Sus brazos y piernas eran delgados y poseía una larga barba que parecía echa con musgos y algas teniendo los ojos cerrados y sin cabello. Era pequeño y encorvado.

—Anciano Ruth —habló el llamado Marko echándose a un lado para que él pasara.

—Creeme cuando te lo digo, si hubieran querido nos hubieran matado ya —habló el viejo—, parece que son aventureros.

—Perdón... —mencionó Marko girando la cabeza con expresión triste—, no confió en los humanos.

—No todos son iguales Marko, debes saber diferenciarlos —Marko guardó silencio y el anciano se giró hacia los chicos —, una disculpa por lo de mi muchacho, les permitiré pasar la noche en la aldea, al día siguiente pueden continuar su camino, pero con una condición. Deben entregarme sus armas, no me puedo arriesgar a que mis habitantes salgan lastimados.

Lash se quedó un rato pensando, no sabía si era lo más conveniente puesto que no quería perder su katana, pero podría ser la única forma de que los dejen pasar por las buenas.

—Esta bien —se quitó la mochila, se quitó la katana y sacó de su espalda un cuchillo con liana entregándole todo a Marko—, cuidala, es un regalo de alguien importante para mi —le dijo al momento de entregarle el arma con una mirada seria.

—Mmm esta bien la cuidaré —asintió de igual manera con expresión seria y se retiró.

—Ahhhh eso fue intenso —dijo Aegan secándose el sudor de la frente—, pensé que íbamos a terminar enfrentándonos a toda la aldea.

El Demonio de La Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora