El culto de Infroborus
Lash y los demás se encontraban rumbo a la ciudad de Ventoverde, hogar de procedencia de Elisette y capital del reino, luego de salir de la gran montaña iban por un sendero boscoso, Lash conducía con May a su lado observando todo el camino, habían algunas criaturas salvajes que revoloteaban por la zona.
-La fauna de este reino es increíble y bastante diversa -decía May observando todo a su alrededor.
-Mi papá estuvo en este reino y me contó de algunas de las criaturas que lo habitaban, pero ciertamente desconozco la mayoría -exclamó de manera seria-, por cierto... viniste a este reino buscando a tu madre ¿No?
-Si, pero se encuentra más allá de Ventoverde, una vez lleguemos tendré que seguir avanzando -dijo ella un poco deprimida-, no quisiera separarme del grupo o de Lana, pero supongo que en algún momento nuestros destinos se separarán.
-La princesa y Aegan posiblemente se queden también, no puedo obligar a nadie a que sigan acompañandome, sólo espero encontrar a mi hermana... -suspiró cansado.
De repente un terremoto comenzó a sacudir los árboles y la carreta sorprendiendo a los dos chicos sin saber que pasaba, luego de un par de segundos el temblor se detuvo.
-Eso fue bastante raro... no recuerdo que hubieran terremotos por aquí -dijo Elisette saliendo de la carroza-, tampoco recuerdo un pueblo aquí en medio del bosque... -dijo sorprendida viendo como entre la maleza se dejaban ver un par de casas reunidas en un claro con árboles alrededor.
Todas estas casas eran de tela apiladas como un campamento con colores blancos y dorados, en medio había una más grande con un símbolo tallado en oro en la punta de esta, este símbolo contaba de dos serpientes cada una enrrollada formando el símbolo del infinito mordiéndose su propia cola, estando cruzadas una vertical y la otra horizontal formando una extraña cruz.
-Estas parecen casas hechas a mano de manera fácil ¿Quiénes serán? -preguntó Elisette observando todo.
-Por la del medio yo diría que podría tratarse de algún culto religioso -respondió Lash observando el símbolo dándole mala espina.
-Ciertamente, mi abuelo me habló de esto, son los seguidores del Dios Infroborus -explicó May con una mano en su mentón, dijo que eran unos lunáticos que creían en una bestia de tamaños descomunales que sería la que salvaría este mundo.
-Así que un dios... es como Germokis, lo que en otra cultura -analizó Lash-, me pregunto qué clase de criatura será Infroborus.
Se detuvieron justo en medio del pueblo, Lash sintió unas voces resonando de adentro de la gran carpa, de allí salió un sujeto vistiendo una túnica blanca que llegaba hasta el suelo, su cabeza estaba tapada por completo por una capucha.
-Nobles viajeros ¿Qué tal si entran y escuchan la palabra de nuestro profeta? -les dijo mostrando una sonrisa por debajo de la capucha abriendo sus manos-. Les aseguro que verán y escucharán algo realmente impresionante.
-Lo siento, pero estamos apurados ahora mismo -le respondió Lash y enseguida condujo la carroza a la salida del pequeño pueblo.
El suelo comenzó a temblar nuevamente sacudiendo la carroza, las ruedas traseras de esta se rompieron y las criaturas que lo jalaban huyeron dejando a los chicos varados.
-Esto no puede ser -exclamó May bajándose-. ¿Ahora cómo continuamos?
-Podemos ayudarles con eso, nuestro profeta tiene el poder para hacer cosas como estas -el sujeto encapuchado se acercó a los jóvenes nuevamente.
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El Demonio de La Luna Roja
FantasyUn chico pierde a toda su familia excepto a su hermana, a la cual quiere rescatar y recorrerá un largo y difícil camino para hacerlo, nada le será fácil y sufrirá mucho. ¿Lo conseguirá?