🧘‍♂️Cap 05🌸

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Una aldea llena de flores

Lash tardó un par de días en prepararse, lo hizo lo más rápido posible, pues no quería perder más tiempo, con la piel del guijonte creó algunas cosas que lo ayudarían, como una capa con capucha para ponerse por encima, sabía que era resistente y podría ayudarlo, su ropa también mejoro su calidad gracias a ello y a algunos recursos que se robó de la aldea donde vivía su maestro. También con las colas de la criatura creó cinco látigos con los aguijones en las puntas, ya no secretaban veneno, pero eran bastante afilados y dañinos.

Estaba casi listo para marcharse solo le faltaba despedirse de alguien. Con su mochila a la espalda y la katana a un lado de su cintura amarrada con un cinto de cuero, se paró frente al señor que lo estuvo cuidando todo este tiempo.

—Tengo que irme ya —habló el joven con una expresión seria.

—¿Seguro que estas preparado para marcharte? —le preguntó el señor.

—Lo estoy —dijo sin dudar mucho, pero sus manos temblaban un poco.

—En ese caso demuestralo —el sujeto sonrió—, cortame con tu katana.

—¿Qué? No voy a hacer eso —dijo sorprendiéndose.

—Es la única forma de confirmar que de verdad estas listo —le repitió—, cortame.

—No...yo... —Miró a sus manos y sintió su corazón latir muy rápido, agarró su katana y la desenfundó—. Está bien, sólo será un pequeño corte.

Tomó aire y se lanzó a cortarle el brazo, pero la katana chocó con la piel sin causar nada de daño.

—¿Pero qué? —Se quedó impactado y repitió varios cortes, pero seguía sin funcionar, la katana chocaba con la piel, pero no la agrietaba—. ¿Qué esta pasando?

—Lo que pasa muchacho es que no estas listo para irte, aceptalo, no quieres irte.

—Yo... Sus piernas perdieron la fuerza y cayó sentado en el suelo, luego miró a este y lágrimas recorrieron sus ojos—. No quiero...dejarte... Me has ayudado tanto, me protegiste y evitaste que me volviera loco... Gracias a ti tuve la fuerza para sobrevivir... —dijo entre sollosos—, por eso... aunque se que debo salvar a mi hermana, no quiero...no quiero irme....

—Oh jovencito —el sujeto sonrió—, es normal que seas un poco egoísta de ves en cuando, tu felicidad también cuenta pero... Tu hermana esta en peligro allá afuera y tu aun tienes mucho por conocer de este mundo, no puedes quedarte aquí para siempre, no puedes seguir amarrado a este lugar.

Lash dejó de llorar y alzó la mirada, por primera vez vio el rostro del sujeto, este estaba sonriendo con lo ojos cerrados. Lash se limpió las lágrimas y se puso de pie, agarró la katana con ambas manos y tomó aire cerrando los ojos.

—Te lo pregunto nuevamente ¿Estas listo para irte? Si es así, demuestralo —le dijo.

—Lo estoy, ya estoy listo —poniendo una expresión sería agitó con delicadeza ambas manos haciendo con la katana un corte horizontal viendo como lograba atravesar la piel del sujeto cortándolo por la mitad.

—Espero que encuentres a tu hermana y seas feliz... Muchacho —fueron sus últimas palabras antes de desaparecer.

Algo cerca de ese lugar habían unos aldeanos que caminaban, escucharon un fuerte estruendo y varias criaturas revoloteando del lugar, curiosos se acercaron a ver que era y lo que se encontraron los sorprendió, en el suelo había una estatua de un gran hombre mayor sentado en el suelo con las piernas cruzadas, lo más impresionante es que este estaba cortado por la mitad estando la parte del torso hacia arriba tirada al suelo siendo el motivo del estruendo de hace rato.

El Demonio de La Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora