3.13 Navidad 74'

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La mansión de los Black estaba decorada con las luces destellando y la atmósfera estaba cargada de espirítu navideño. La familia Black se había reunido una vez más para celebrar las navidades, habían venido Cygnus y Druella, los tios de Regulus y Sirius, acompañados de sus hijas Bellatrix, Narcissa y Andrómeda.

El ambiente estaba más relajado que en años anteriores, quizás debido a que ahora eran todos un poco más maduras. Los primos se ponían al día en un rincón del salón.

-Por fin has dejado a ese novio sangre sucia, ¿verdad, Andrómeda? -Exclamó Bellatrix satisfacción.

Regulus, se sorprendió ante la noticia. -¿En serio? ¿Has terminado con Tonks?

Andrómeda asintió con una sonrisa. -Sí, finalmente me di cuenta de que merezco algo mejor que eso. 

Narcissa asintió con aprobación. -Hiciste lo correcto, Andrómeda. La sangre y el legado de los Black no deben ser comprometidos. -Dijo sin levantar la vista de su libro.

Regulus y Sirius cruzarón miradas de burla ante esas palabras.

La conversación continuó mientras las hermanas compartían lo que les esperaba. Bellatrix habló de su matrimonio con Rodolphus Lestrange, y Narcissa anunció su compromiso con Lucius Malfoy, que todos imaginaban ya que salían des de primer año.

Más tarde, durante la cena, las tensiones reaparecieron, Walburga lanzaba comentarios sobre su hijo Sirius, mientras Durella hacía lo mismo sobre Andrómeda.

Cygnus intentó establecer un tono positivo. -La Navidad es un recordatorio de nuestra unidad como familia. Nuestra sangre y tradición son fundamentales. Por eso quiero hacer un bridis por nuestra hermosa familia.

Narcissa asintió, pero sus ojos se desviaron hacia Andrómeda, ya que conocía bien a su hermana y sus ideales.

Bellatrix y Sirius, como siempre, evitaban cruzar miradas. Siempre se habían llevado mal.

Sin embargo, en otro rincón, Narcissa y Regulus compartían risas hablando sobre los profesores de Hogwarts.

La cena avanzó y la tensión crecía. Las palabras eran cuidadosamente escogidas.

-¿Sigues pasandote el día en detención, Sirius? -Comentó Bellatrix, Walburga lanzó una mirada a su hijo.

-Solo he demostrado ser brillante, pero los profesores no entienden mi arte. -Respondió Sirius, y Andrómeda y Regulus tubieron que aguantar la risa.

-Oh, por favor. -Río Andrómeda.

Bellatrix y Sirius intercambiaron miradas frías, como dos enemigos jurados que nunca bajarían la guardia.

-Nunca pensé que vería el día en que Andrómeda Black rompiera con un novio sangre sucia. -Comentó Bellatrix.

-Ya era hora de que se diera cuenta de que lo que cuenta es la sangre. -Asintió Druella, la madre de ambas. -Cuando me enteré, casi me da algo.

Regulus miró a Andrómeda con una sonrisa traviesa. -¿Ted no cumplía tus estándares?

Bellatrix rió. -Creo que no hace falta decir porque. Muggles de mierda.

Regulus asintió, aunque no podía evitar sentir cierta simpatía por su prima Andrómeda. Sirius rodaba los ojos.

Narcissa, aparentemente más interesada en su comida que en la conversación, finalmente intervino. -Supongo que cada uno debe tomar decisiones que considere adecuadas para el legado de la familia.

La respuesta de Narcissa fue sorprendente, rara vez expresaba opiniones directas.

Mientras Bellatrix seguía criticando a Sirius, y Andrómeda y Regulus reían de sus discusiones, la cena iba terminando.

-Bueno, puedo ser la oveja negra, pero al menos no me he casado con un maldito asesino. -Finalizó Sirius, enfadado.

-Bueno, Lestrange es bueno para nuestra família... Y su lealtad al señor tenebroso no es algo que nosotros despreciemos, Sirius. -Comentó Walburga. 

-Toma eso, traidor. -Río Bellatrix, sus ojos chispeaban con malicia.

-Bueno, ya estoy harto eh... Yo me voy, buenas noches. -Dijo Sirius levantandose de la mesa, y yendo a su habitación.

La velada acabó, y justo cuando los tios y las primas se fueron por la puerta Walburga empezó a subir las escaleras, sus tacones resonando, Regulus rodó los ojos, sabiendo lo que venía.

-UN DIA DEBÍAS COMPORTARTE! ¿¡NO PODÍAS QUEDARTE QUIETO EN TU MESA, SIRIUS?!

Los gritos de su madre siguieron por horas, Orion parecía que le daba igual, leía el periodico como si nada. 

Narcissa sabía lo que era ser la hermana no conflictiva, pero tener piedad por el hermano conflictivo, así que miró a su primo con compasión, solo eso, lo miró. Pero para Regulus era suficiente, así era su relación con ella.

Regulus subió al tejado, el único sitio alejado de los gritos, con una pluma y un papel y empezó a escribirle a Emmeline.

High Hopes Slytherin's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora