𝗦𝘂𝘀 𝗛𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 (𝘓𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘪𝘯𝘴𝘰𝘯)

|𝟬𝟮|

—¿Tan mal te fue, Hazzy?, No comes nada desde que llegaste... Ni tampoco me has hablado, y me duele aquí—señaló la parte derecha de su pecho  con un puchero en sus labios y Harry levantó la mirada del plato aún lleno de comida, hasta su amigo que lo miraba con preocupado—¿Fue muy malo contigo?

Las palabras se atascaron en su garganta, recibiendo una ola abrumante del complicado recuerdo de cuando estuvo en la oficina de Tomlinson, pero no podía quejarse, al parecer de Harry; Louis fue muy considerado. Sí, recibió pequeñas humillaciones que hicieron a su omega llorar pero no podía quejarse, Louis era un alfa y estaba en su naturaleza ser de esa dañina forma con el omega. Al tomar un trago de agua fue como si el paso de aquel líquido quemara su garganta, con esa presión que hundía su pecho y complicaba sus respiraciones.

—No. Simplemente se rió de que mis padres me hayan abandonado, de mi edad... nada fuera de lo normal, Nini, no tienes que p-preocuparte, estoy acostumbrado a esos tratos por parte de los alfas, sólo que me puse sensible y él me di- mejor dejo de hablar, estoy siendo un exagerado—Movió la comida con el tenedor, sin apetito alguno, Niall se acercó unos pasos a él, para decir algo que Harry interrumpió—Mira, yo aprendí de la peor manera a respetar a los alfas... Lo que Louis hizo no se compara en lo absoluto con lo que viví, sólo soy un omega, Niall, no tengo voz en nada y Louis lo sabe.

—Yo también soy omega, Hazzy... Y no por eso soy menos que nadie, tienes que dejar esos pensamientos atrás—Replicó colocando su mano en el hombro del rizado.

—Tú eres de estatus alto, eres realmente hermoso, muchos desean cortejarte, tienes todo lo que un alfa perfecto proclama pero yo... Yo no tengo nada, soy un simple objeto que los alfas usan a su antojo, mi voz es el sinónimo de insignificante, desde pequeño he sabido mi puesto en la sociedad, te mentiría si te digiera que recuerdo el número de alfas que han puesto sus manos sobre mí—tomó un respiro sin darse cuenta que unas frías lágrimas caían de sus ojos hasta aquel plato de comida.

—Hazzy... Cuando te sientas listo para hablar de eso, sabes que siempre estaré aquí, aparte que vivimos juntos y poco a poco confías más en mí—Harry tragó grueso—¿Pasa algo?

—Louis me pidió que me fuera a vivir con él... Dice que estaré una semana de prueba y... Qué mañana tengo que estar en su casa a las cuatro de la mañana—Los ojos azules de Niall no podían abrirse más.

¿Ese estúpido estaba loco?

Fue lo primero que pensó Niall.

—¿Cuatro de la mañana?, ¿a su casa?—El rizado asintió avergonzado—Dios, Harry... Si quieres puedes rechazar el trabajo y seguiremos buscando, no tengo problema con que te quedes aquí, mis padres siempre están en viajes y no me molesta tu presencia-

—No, Niall, iré a trabajar con Louis Tomlinson, es mi única salida.

El rubio no tenía nada que hacer contra la terquedad de su amigo, si eso era lo que quería y necesitaba, Niall le apoyaría hasta en un asesinato, ladeó una sonrisita nostálgica, ya no le vería vagando adormilado por los pasillos con una taza de café, ya no vendrá corriendo a casa para lanzarse a Harry a abrazarle y a contarle todas las locuras de su trabajo y lo mal que le caen algunas secretarias. Tampoco podría pedir pizza mediana porque ya no habría nadie con el quién compartirla.

—Te ayudaré a hacer las maletas—Niall no se imaginó lo mucho que le dolió pronunciar esa frase, ahora mismo quería aferrarse a su amigo rizado y jamás soltarlo.

—Gracias, Nini...

•••

La brisa del aire golpeaba su rostro delicadamente, tan suave, tan acogedor, quizás jamás volvería a sentir esa tranquilidad que solo el silencio y el viento le proporcionaban, sus rizos se movían lentamente por la escasa fuerza del aire, giró su rostro hasta poder ver lo que dejaba atrás, pero si tenía que hacerlo para avanzar, lo haría, aunque su corazón se contrajera de tan sólo pensar no despertar gracias a la estúpida risa de Niall. Los recuerdos le golpearon nuevamente, tenía la misma mirada que cuando dejó la casa de sus padres pero esta vez sonreía.