|𝟬𝟳|

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Harry comenzó a despertarse, no tenía idea de qué hora era pero al parecer el otro lado de la cama se encontraba frío, suspiró agotado, mientras giraba a los lados para averiguar dónde se había metido el alfa—sin encontrar rastro de este— se talló los ojos con su puño mientras se sentaba sobre el borde de la cama, con sus piececitos sin tocar el suelo, sus rizos completamente alocados y aún bostezando. Hizo un puchero con sus labios, Louis no estaba a su lado

Y eso entristecía al omega, realmente se imaginó que despertaría en los brazos de su alfa, siendo mimado por aquellas caricias a las que ya se estaba acostumbrando, pero Louis no estaba y ni una mísera nota había dejado dándole explicaciones de su repentino abandono.

Se levantó a regañadientes con su ceño arrugado y con los brazos cruzados, dispuesto a buscar al alfa hasta por debajo de las piedras tan sólo para obetener un besito de buenos días. No se preocupó en lo más mínimo de andar con un pijama de patitos por los pasillos de una mansión llena de mafiosos, simplemente quería saber dónde estaba Louis.

—¿H-Harry?—al escuchar esa voz nerviosa tras él, no supo de quién se trataba hasta que volteó ante el alfa que se abrochaba el traje con velocidad y que llevaba las mejillas coloradas, aparte de que el olor a omega invadía las fosas nasales del rizado, reconocía ese olor a la perfección. Niall.

¿Qué hacía Shawn saliendo de la habitación de Niall?

Se tragó su curiosidad, ya más tarde le preguntaría a su poco cuerdo amigo sobre su reciente encuentro con uno de los guardaespaldas de Louis, ahora necesitaba saber el paradero del alfa.

—¿Has visto a Lou?—preguntó intentando evadir el hecho de que Shawn no paraba de temblar intranquilo a la vez que fingía una sonrisa, el rizado puso sus ojos en blanco para después mirar sus uñas—Si me dices dónde está prometo no decirle que te acuestas con Niall

Shawn pareció palidecer, se rascó la nuca y tenía una expresión sorprendida y sin entender cómo Harry pudo descubrirle, si había sido lo más discreto posible respecto a ese tema con Niall.

—¿N-Niall... Yo? Sólo supervisaba que estuviera bien, por lo que pasó ayer y esas cosas... Nada raro—el rizado lo miró sin tragarse esa mentira—¿Por qué piensas eso, Harry?, No, no, Niall y yo no tenemos nada.

—No te hagas el loco, sé que eres tú el que le dijo a Niall sobre el trabajo y estoy seguro que también has pasado la noche en su cuarto. Pero no vamos a hablar ahora de eso, te hice una pregunta.

—No te recomendaría ir con Louis ahora, está furioso y cuando está así prefiere estar sólo... Debe estar en su oficina fumándose algo.

Harry bajó la vista a sus calcetines blancos mientras se planteaba que hacer, quizás ir a ver a Tomlinson no era tan mala idea aún bajo las advertencias de Shawn. Realmente necesitaba al alfa, era de esos días en los que necesitas un abrazo por encima de todo, le sonrió al guardaespaldas antes de bajar las escaleras en dirección a la oficina y como de costumbre las miradas de las limpiadoras estaban sobre él, tal y cómo si fuera un bicho raro y más aún con patitos por toda su ropa.

Respiró hondo antes de dar dos golpecitos a la puerta.

—¿¡Qué coño quieres, Liam!?—el gritó hizo resaltar a Harry y soltar el pomo casi de inmediato y más después de escuchar un golpe fuerte, al parecer Louis había golpeado una mesa con su mano.

El alfa llevó su vista hacia la puerta y cómo un asustado rizado vestido de ese precioso pijama que se encontraba asomándose con cuidado y con los ojitos tristes, y ese sentimiento de culpabilidad le invadió por completo, no lograba entender el porqué, ya que no era la primera vez que trataba mal a Harry, pero hay una posibilidad de que su corazón haya dado un vuelco desde la tarde pasada, en la que tuvo miedo de perderlo y no quería hacerlo, y mucho menos por su propia culpa.

𝗦𝘂𝘀 𝗛𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 (𝘓𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘪𝘯𝘴𝘰𝘯)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora