Harry ya no le temía a aquella arma que residía en una de sus manos, en ese momento podía sentir como si hubieran serpientes subiendo por su cuerpo, dejando suaves susurros que sonaban cómo si fuera la voz de Louis, pidiéndole que disparara, que no se dejara engañar por palabras vacías provenientes de un alfa. Su mirada era fría, y podía percatarse del miedo recorriendo las venas del alfa, relamió sus labios y sintió eso que Louis llamaba poder, ese sentimiento desconocido le invadió, ladeando una sonrisa, ahora ya no era él quién era débil, al menos no en ese instante.
—Lo más penoso es que crees que conoces a Louis, que tú eres su máxima prioridad—el rizado volvió a levantar el arma, apuntando directamente entre los ojos de Dylan—lamento decirte que los secretos que ese hombre oculta acabarán contigo, querrás arrancarte la piel cuando los descubras, y será ahí, Harry Edward Styles, cuando te des cuenta de los errores que has cometido enamorándote de un sucio criminal como Tomlinson—escupió mientras sacaba algo de su bolsillo, una foto muy antigua era lo que tenía en una de sus manos fue lo poco que pudo ver el omega—¿Aún no has juntado piezas? Tú apellido es muy famoso, tú eres la profecía de la que tanto hablan todos.
Harry dió un paso adelante, acercando el cañón del arma, el ojiverde se mantenía firme en su puesto sin saber muy bien si quería descubrir aquello que Dylan decía que Louis ocultaba, podía terminar con todo en un momento, apretando el gatillo y olvidándose completamente de esas palabras, podía regresar junto con su alfa y pretender que no había oído eso, pero la curiosidad se apoderó de sus actos.
—Abre la boca. O dejaré tu rostro irreconocible—amenazó el omega.
Dylan soltó una risita a la vez que ponía la foto frente a los orbes verdes del omega. Y cuando vió esa simple imagen vieja a la cuál le faltaba una parte, todo pareció cobrar un poco de sentido en su cabeza, cada cabo suelto estaba siendo atado poco a poco, su cuerpo se sintió flagido, sin poder creerse lo que frente a sus ojos había, conectó miradas con el alfa, quién le miraba enorgullecido por lo que le estaba mostrando.
Movió su cabeza a los lados varias veces, intentando autoconvencerse de que eso no era verdad, que esa maldita imagen era falsa, pero reconocería la mirada de su padre en cualquier lugar, aquellos ojos que se habían convertido en su pesadilla.
La imagen era clara, se podía ver a un pequeño niño de cabellos castaños—de aproximadamente unos siete años—, sosteniendo un arma entre sus pequeñas manitas, apuntando a algún lugar que no podía verse por la otra mitad de la imagen restante, volteó a los lados, dándose cuenta de dónde estaba, exactamente en el mismo sitio en el cuál la foto había sido tomada, todo estaba malditamente planeado para este jodido momento, el niño tenía sus ojitos llorosos y algunas heridas en su rostro, cómo si le hubieran dado la paliza de su vida, pero aún así, el niño de nariz abotonada se mantenía de pie, lo peor de todo fue ver al acompañante que le observaba desde cerca, apuntando al pequeño con un arma dorada, con una cínica sonrisa y esa mirada que Harry veía en cada una de sus pesadillas. Su padre y ese niño al que parecían haberle arrebatado sus sueños, ese pequeño ojiazul era él.
Su Louis...
—¿Quieres saber por qué tú padre te odia, pequeño Harry?—rebuscó algo en su bolsillo nuevamente, lo que parecía ser la otra parte de la foto, todo su cuerpo tembló por lo que podría verse en ese simple trozo de papel, tantas preguntas comenzaron a aturdirlo, siempre quiso saber porque fue la decepción de su padre a pesar de acatar sus estúpidas normas y cuándo sus ojitos verdes se posaron sobre lo que Dylan le mostraba, fue como si un cable de pinchos se aferrara a su garganta—Tú. Tú siempre fuiste la debilidad de Louis.
Sus ojos comenzaron a picarle cuando se dió cuenta de lo que había al lado en el que Louis apuntaba con el arma. Un bebé de menos de tres años estaba sobre el pasto, riendo mientras sus manitas estaban sobre sus alocados rizos chocolate, el bebé estaba vestido completamente de princesa, con un vestido rosa con algunos detalles de pedrería y brillo, una hermosa corona dorada y unos profundos ojitos verdes que admiraban al niño que sostenía el arma, pero lo más importante fue el dibujo que tenía sobre su regazo. El bebé tenía una hoja de papel en la que estaba dibujada la silueta de un corazón de color azul y dentro de este podía leerse una pequeña frase escrita en verde, "Hazza y Lou".
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𝗦𝘂𝘀 𝗛𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 (𝘓𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘪𝘯𝘴𝘰𝘯)
Fanfiction°𝘈𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘯𝘶𝘥𝘦 𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻ó𝘯 𝘛𝘦 𝘢𝘥𝘷𝘪𝘦𝘳𝘵𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘩𝘦𝘳𝘪𝘥𝘢𝘴° Louis Tomlinson, un líder importante de la mafia italiana. Harry Styles, un omega que no sabe dónde se está metiendo. Nunca pens...