|𝟯𝟬|

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Esas cuatro palabras hicieron eco en la cabeza de Louis, intentando asimilar lo que eso significaba, sus manos comenzaron a sudar por los nervios ocasionados, ¿Jaden? ¿Quién es Jaden? Louis se detuvo a pensar, veía las expresiones de sorpresa alrededor de él pero no entendía el porque, Harry no dejaba de gritarle, pero el alfa estaba en un largo proceso de comprensión. Cuando Louis bajó la vista a las piernas de su omega y las encontró empapadas, su cerebro hizo ese "clic". Cachorro, ¿Su cachorro? ¿Nacer? ¡¿Ahora?!

—¡¿No podías esperar un poquito más, cachorro?! ¡Louis muévete!—el alfa soltó una risa nerviosa mientras intentaba ayudar a Harry a subir al coche—¡Gemma! Controla a las mafias, ¡Secuestra Des!, avisa a Liam y Zayn... ¡Louis! ¡Conduce o te juro que tengo a tu hijo en medio del campo!

Su hermana comenzó a dar indicaciones a los alfas de las otras manadas, sin darse cuenta del chico que había tras ella, del rubio que estaba con una enorme sonrisa en su rostro, con los ojos cristalizados y miles de recuerdos volviendo a él, después de tantos años que pasó con el corazón vacío, esperando a algo que jamás llegaría, hasta ahora, hasta que la chica de cabellos castaños volvía a él, ella estaba feliz y Luke sentía que ahora podría morir tranquilo sabiendo que aquella alfa era feliz después de todo, quería decirle tantas cosas pero el tiempo ahora no era su mayor aliado, Louis le tomó de la camisa y lo metió en el coche, sin darle tiempo ni a saludar a Gemma, solo mirándola a través del cristal.

—¡No vas a volver a tocarme en siglos! ¿Oíste alfa? ¡No volverás a dejarme en cinta! ¡Jaden será el último Tomlinson que salga de mí..!—Harry estaba hiperventilando mientras sujetaba su abultado vientre de ocho meses, su cachorrito quería conocer el mundo demasiado pronto y el omega sabía muy bien el porqué, el pequeño Jaden había sentido a Lou, una pequeña lágrima resbaló de su mejilla mientras susurraba para él mismo que Papá había vuelto con ellos, que su Lou ya iba a poder abrazarles en las noches de frío y pesadillas.

•••

El camino al hospital estuvo lleno de gritos por parte del omega, y Luke haciendo chistes que no venían al caso, Louis estaba realmente nervioso y su omega no ayudaba en lo absoluto, insultando y llorando cada que podía, el ambiente no era el mejor para mantener la calma, pero con el pensamiento de conocer a su cachorrito, el alfa pisó el acelerador, mientras les gritaba a todos que iba a ser padre con una gran sonrisa.

Después de unas cuantas amenazas de por medio a los recepcionistas, Harry ya estaba en la habitación de hospital, siendo atendido por los mejores médicos, apretando la mano de Louis con todas sus fuerzas, con sus ojos llenos de lágrimas de dolor,  con la respiración acelerada y un malestar horrible en su vientre.

Luke estaba sentado en la sala de espera, sintiendo las miradas de la gente sobre él ¿Qué mierda miraban? Sólo era un chico rubio que acababa de escapar de la cárcel, malditos exagerados, gruñó, y por si fuera poco ni siquiera tenía móvil para entretenerse en lo que esperaba a qué Harry expulsara un diablillo de apellido Tomlinson. El alfa estaba sumamente calmado hasta que un aroma a banana con nata se coló por sus fosas nasales, atontando a su alfa, que saltó de felicidad en el momento en el que ese aroma llegó a él, se levantó de la silla lor instinto, en busco del omega que desprendía ese aroma.

Luke comenzó a caminar por todos los pasillos en busca de aquel omega que había movido algo en su interior, nunca creyó encontrar a su destinado, pensaba que era una tontería, pero ahora que sentía sus piernas flaquear y su alfa rogándole encontrar a su omega, lo creía, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro de tan sólo imaginarse a su destinado.

Caminó hasta lo que parecía ser otra sala de espera, pero está contaba con máquinas expendedoras, el alfa se paró en seco cuando sus ojos se posaron en el omega que había a unos pocos metros de él, intentando agacharse para tomar las galletas que había comprado en la máquina, su alfa aulló al ver aquel precioso omega, era justo cómo había imaginado, se veía tan delicado cómo la porcelana y parecía hecho para él, la luna le había dado el omega más hermoso, no podía admirar mucho pero sus mechas rubias le hicieron sonreír. Y ahora iba a ir a por él,.

𝗦𝘂𝘀 𝗛𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 (𝘓𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘪𝘯𝘴𝘰𝘯)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora