|𝟬𝟲|

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Los dos alfas eran seguidos por sus más fieles guardaespaldas, estaban completamente enceguecidos por la rabia de tan sólo pensar en la salud de los omegas que se encontraban sin protección alguna, y para Liam, esa ira que consumía cada parte de su cuerpo, iba en aumento a medida que a su cabeza venía la idea de ese pequeño cachorro que descansaba en el vientre de su dulce omega. Tenía claro que sí algo le pasaba a su familia sería capaz de arrasar con los culpables, de volver a ser ese monstruo que dejó atrás cuando el pelinegro entró en su vida.

Louis, sin embargo, no quería admitir que por primera vez en toda su maldita trayectoria en la Stidda, sufrió de ese estúpido sentimiento que dañaba esa fachada de alfa autoritario y tradicional, la angustia comenzó a circular por todo su cuerpo y el arma entre sus manos cada vez era sostenida con más fuerza, esos idiotas no tenían ni idea del terreno en el que estaban pisando, Tomlinson no era conocido solamente por su cara bonita, la gente solía reconocerle cómo un ser despiadado a niveles inhumanos. Sus manos eran la mayor de sus armas y su voz era aquella suave y terrorífica melodía que se escuchaba al entrar en las puertas del inframundo.

•••

Harry caminó hasta la puerta con la mejor de sus sonrisas, riendo al oír las carcajadas de sus amigos susurrando cosas que no alcanzaba a escuchar, estaba demasiado sorprendido de que el alfa haya vuelto a por él y sus mejillas se sonrojaron, pensando que sería Louis quién estaba tras la puerta y mientras se acomodaba sus cabellos la abrió sin preguntar, deseando ver al alfa ojiazul tras está.

La sangre se le bajó a los talones, el color se desvaneció de su rostro y su mente se nubló al completo, sintiendo que en cualquier momento caería al suelo por todo el miedo que comenzaba a sentir a lo largo que se daba cuenta de la situación en la que estaba, quiso girarse al escuchar leves sollozos provenientes del omega en cinta para asegurarse que Zayn estaba bien pero al notar cómo el cañón de un arma apuntaba directamente a su frente, haciéndole dar varios pasos hacía atrás—llegando casi al centro de la habitación— supo que no tenía posibilidades de hacer cualquier mínimo movimiento, no reconocía a los dos hombres frente a él pero sí que eran alfas y que en algún momento podían hacer con Harry lo que se les antojara.

Niall abrazó a Zayn con todas sus fuerzas, intentando cubrir con su cuerpo el vientre del ojimiel, quién no dejaba de tiritar y acariciar su abultada panza mientras susurraba entre lloriqueos "mi cachorro", ¿Dónde estaba su alfa para protegerle de esa gente mala?, Se preguntó mientras no paraba de pensar en cuidar de su pequeño bebé, las lágrimas no dejaban de caer por sus mejillas hasta caer sobre la camisa de Niall, quién procuraba cuidarle de todo, incluso del arma que les apuntaba.

—¿Tú debes ser Harry Styles, cierto?—cuestionó el hombre que sostenía la pistola con una maliciosa sonrisa dibujada en su rostro con algunos tatuajes, mientras que su mano libre se acercaba poco a poco a la mejilla del omega, quién sólo pudo cerrar los ojos al notar cómo está acariciaba su mejilla, al sentir ese horrible contacto tan áspero y repugnante quiso arrancarse la piel para olvidarse de ese estúpido tacto, todo su cuerpo tembló de miedo al notar cómo la mano bajaba hasta su cuello, dando forzadas caricias—Joder, Tomlinson se lleva a las mejores putas.

Los hombres rieron, y esa estúpida risa perforó los oídos de Harry, quién no quería seguir ahí de pie, sin poder decir nada por el miedo incrustado en su piel, no era la primera vez que se encontraba de pie en un lugar sin poder hacer ni reclamar nada, tragó grueso, luchando por intentar mantener sus lágrimas en sus ojos, pero le fue imposible y al parecer esa pequeña gota que resbaló por su mejilla hizo que los atacantes estallaran en risas.

—Venga, coge a la zorra de Tomlinson y vámonos antes de que se de cuenta de que no está—Harry notó un fuerte agarré en su muñeca proveniente del que anteriormente le había insultado y cómo el cañón del arma seguía frente a él, imponiéndole.

𝗦𝘂𝘀 𝗛𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 (𝘓𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘪𝘯𝘴𝘰𝘯)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora