𝗦𝘂𝘀 𝗛𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 (𝘓𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘪𝘯𝘴𝘰𝘯)

|𝟮𝟮|

Ver a Zayn así de débil destruía su corazón de una forma lenta y dolorosa, lo peor de aquello era que el omega azabache hablaba como si ya supiera cuál era su final, aquel final que Harry estaba tratando de ignorar con todas sus fuerzas, pero el omega de Zayn sabía perfectamente el estado de su alfa, ese veneno seguía matándolo por dentro, su padre pensaría que había ganado—al haber separado a Payne de su hijo—pero cuan se equivoca, porque Zayn tenía que claro que siempre iba a estar con Liam, a pesar de todo, su corazón siempre tendría tatuado el nombre de su alfa y al menos había quedado la prueba de su amor.

Harry caminó hasta las incubadoras en compañía de Niall, quién sostenía su mano temblorosa por el miedo, todas las situaciones que estaban trascurriendo esa semana le abrumaban demasiado, fue estúpido pensar que Louis le perdonaría cómo si nada, porque ahora, Harry sentía que Louis estaba rechazándolo de la peor manera posible, ignorando a él y a su cachorro.

—Es igual a Liam—sollozó el rubio mientras colocaba su mano en el cristal, sintiendo las gotas saladas resbalar por sus mejillas, el bebé tenía sus ojitos cerrados, por lo que no podían saber si había heredado el color miel de Zayn o el avellana de su padre—Ha hecho un buen trabajo, se ve tan tierno, con sus largas pestañas y las facciones de Liam, ¿Te imaginas cuando sea grande? Será precioso pero...—su voz se cortó, como si las palabras tuvieran miedo a salir de los labios del omega—¿Zayn podrá verle? ¿Se perderá sus cumpleaños? No quiero que eso pase, Hazzy-Hazzy, él estaba tan feliz por su cachorrito, todos los días me hablaba de Tay...

Harry se quedó en silencio, acariciando su vientre con algunas lágrimas en sus ojitos verdes, todo se volvía peor a medida que el tiempo pasaba, realmente creyó que venir a Italia cambiaría todo, que la felicidad regresaría, pero no, estaba mucho peor que en Londres. No podía seguir ahí, viendo a aquel bebé inocente que no tenía ni idea de lo que esperaba, ¿Su cachorro pasaría por lo mismo? Fue la primera pregunta que atravesó su mente.

—¿Puedes quedarte con Zayn? Por favor, me encuentro realmente mal y necesito descansar un rato, siento que todo se me está viniendo encima y...—apretó los labios, luchando por no llorar—Louis no está conmigo, en unas horas volveré con Zayn pero yo... Yo quiero aclarar mi mente y quizás hablar con mi cachorrito, aunque ni siquiera me oiga.

Niall curvó una sonrisita mientras llevaba su mano al vientre de su amigo.

—Te siente, Hazzy, sabe cuando estás triste y cuando no, te aseguro que será tu otra mitad, eres su madre y estará muy feliz de tenerte, puedes pasarte horas hablando con tu cachorro, nadie tiene porqué juzgarte, disfruta de ese vínculo tan bonito que puedes crear, ya me imagino a un mini ruloso de nariz abotonada en tus bracitos, con sus manos en tu cabello y diciendo lo mucho que te ama por ser la mejor madre que pudiera tener.

—Louis no piensa lo mismo, y yo creo que tampoco, no sirvo para esto, Niall, quizás es un error... Veo a mi alrededor y estamos llenos de peligro, cuando me enamoré de Louis, supe lo que pasaría, créeme que tenía claro todo lo que estamos pasando, pero duele más de lo que imaginé y no sé si quiero que mi cachorro pase por eso ¿Te imaginas? A un niño o niña que en las noches tenga miedo de que le pase algo a su papá, porque se la pasa de reunión en reunión con capos de la mafia y que pasará cuando se de cuenta que soy un asesino—el omega comenzó a hablar rápido, totalmente nervioso, sin dejar de mover sus manos e hiperventilar.

Niall se preocupó cuando se dió cuenta que a su amigo le costaba respirar, enseguida colocó su mano en la espalda alta de Harry, sobándole.

—Tienes que calmarte, no puedes alterarte, Harry... Podrías dañar al cachorro, ¿Hazlo por vuestra salud, sí? Todo irá bien, pero tienes que dejar de pensar en eso que está haciéndote daño, llora todo lo que quieras en mi hombro pero no pierdas el control.