Sinopsis:
Tras una muy fea experiencia en una cita, Jess Parker decide mudarse a Estados Unidos, a pesar de la negativa de su familia a que lo haga, huyendo del rostro que le generó un feo momento. Al llegar, su vida dará un vuelco cuando descubra q...
Estaba terminando de armar mi maleta, cuando sentí que se asomaban a la puerta de mi habitación.
—¿De verdad te vas a ir a Estados Unidos ahora? Espera un año, acabas de recibirte. —Me dijo mamá y negué.
—Quiero irme ahora, mamá. —Dije y tomé aire—. No me quiero quedar en Reino Unido.
No, no pensaba quedarme y no evitarían que me fuera. No después de lo sucedido con el imbécil de Thomas Jones. No pensaba quedarme para volver a verle la cara. Una vez que hice mi maleta, mamá me arrastró abajo para cenar antes de irme al aeropuerto. Nos estábamos sentando a cenar cuando mi abuela se acercó, mirándome de brazos cruzados.
—Ophelia me acaba de llamar, Thomas está disponible para otra cita.
Suspiré y la miré directo a los ojos.
—No voy a volver a salir con esa mugre. Y por favor, abuela. Ya no me arregles citas.
—¡Tienes que encontrar un buen hombre! —Dijo y suspiré—. Yo sé quién es digno de ti.
—Me voy a Estados Unidos, ahórrate el esfuerzo. —Le dije y bajé la mirada al plato—. ¿Y en qué año vives, abuela? Porque me acabe de recibir, no implica que deba casarme. El día que me case, será con alguien que yo elija.
—Estoy segura que el día que Jess decida casarse, lo hará por amor y con un hombre digno. ¿Verdad, hija?
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Asentí a las palabras de papá y comencé a recordar la cita espantosa con Thomas Jones, el hijo de la amiga de mi abuela. No solo la cita fue horrible y la comida no me gustó, él no tenía temas interesantes de conversación y al final de la cita, me invitó a ir a un hotel. Y como salimos antes de que me recibiera, yo estaba aún en Escocia, en la universidad de Edimburgo. Irme con ese tipo fue la peor decisión que he tomado, pero lo hice porque estaba demasiado borracha y ofreció llevarme a mi habitación del campus universitario. No me di cuenta de cómo se encargó de emborracharme y no puse resistencia cuando quiso mantener relaciones. Pero mi decisión de irme a Estados Unidos fue porque no tuvo consideración de que era mi primera vez y me dolió muchísimo. Lo sentí casi un abuso, así que tomé la decisión de que no quería verlo más. Ya que él me dejó claro antes de irse que quería mantener el contacto conmigo para volver a vernos.
Aún recuerdo como llamé a mi amiga Megan McAllen y ella se vino corriendo desde su casa, se quedó a mi lado y se aseguró de que yo estuviera bien, teniendo en cuenta que es doctora recién recibida. Ella fue quien movió unos contactos con sus tíos para conseguirme un trabajo fuera de Reino Unido.
Mamá y papá me acompañaron al aeropuerto, junto con mi abuela. La cual, antes de irme, insistió en que quería saber dónde vivo para conseguirme una cita allá y me puse como meta no decirles dónde me quedaría, me limité a que supieran que me iba a San Francisco.
