Los miedos se hacen más fuertes a medida que pasa el tiempo. Algunos dicen que los superas, pero en mi caso simplemente los cubría con otras memorias. Pero en algún punto de la vida todas esas cosas vuelven a aparecer.
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Eddie
Un poco más de tres semanas desde el acontecimiento de CJ. El sujeto que la había secuestrado fue detenido cuando intento llevarse a otra mujer, lo identificaron como Josh Daniels, un reo que había escapado de prisión hace tres meses, los cargos violación eran más de los que podían contarse, secuestro y asesinatos múltiples, robo a mano armada y demasiados delitos relacionados con drogas. Según su declaración había estado acosando a CJ desde hace tiempo, conociendo sus horarios y a las personas que la rodeaban, se había asegurado de que nadie estuviera cerca para cometer su delito, pero CJ era más lista y logro zafarse con vida de ese sujeto, otras personas no corrieron su misma suerte, ella fue afortunada.
Al final tuve que contarle a Chris sobre lo que había pasado con CJ, no podía seguir mintiéndole y ocultando lo que había pasado con su amiga, más porque se había molestado conmigo por ocultarle el paradero de CJ, me había armado un berrinche como nunca antes y bueno Carla también estuvo de acuerdo que contarle sobre CJ era lo mejor que podía hacer. Chris había pensado que ella lo había abandonado y no quería que tuviera esa idea equivocada sobre ella, se había enojado y dicho cosas sin pensarlo, le deje claro que no era así, que CJ jamás lo abandonaría, solo que no estaba en condiciones de visitarlo. Con autorización de los doctores ingresamos a la sala en donde mi chica seguía inconsciente y al parecer sin intención alguna de despertar. Chris avanzo hacia ella sosteniendo una de sus manos, yo veía desde la puerta toda esa escena que poco a poco me estaba rompiendo.
— Papá ¿Ella puede escucharme?
— Si campeón. Ella te escucha.
— ¿Esos cables la mantienen dormida?
— Si, la ayudan a respirar.
— Hola CJ. – Menciono mi hijo. – te extraño mucho y si me escucha quiero que sepas que te espero para que hagamos galletas juntos. Tienes que despertar CJ.
Quise tomármelo con calma, no quería lucir desesperado por verla despierta, pero por dentro estaba brincando de alegría al saber que ella estaba bien. Tomaría tiempo su recuperación y que pudiese salir del hospital, que pudiese retomar su vida normal. La terapia seria obligatoria, aun cuando ella no quisiera tomarla, tendría que hacerlo de todas formas. Y claro que yo estaría ahí para apoyarla en todo el proceso. Buck tenía la intención de llevarla a su apartamento para cuidar de ella, pero con el escandaloso de Albert y sus citas, sería difícil que ella pudiera recuperarse, tenía dos opciones, llevarla a mi casa o yo irme a la suya.
— Hola CJ. Ya vine a verte ¿Cómo estás?
— Hola, cariño. – Ayude a Chris a subir a la cama. – estoy bien, te extrañe.
— Yo también, nadie quería decirme donde estabas. Pensé que me habías abandonado. – CJ unió sus ojos con los míos. – y me enoje contigo y papá. Lo siento.
— Te hice una promesa Christopher, no te dejare solo jamás.
— Ten, hizo esto para ti y trajo esto. – Puse los regalos de Christopher sobre sus piernas, con algo de miedo me incliné sobre ella presionando mis labios sobre su frente. –
