Los miedos se hacen más fuertes a medida que pasa el tiempo. Algunos dicen que los superas, pero en mi caso simplemente los cubría con otras memorias. Pero en algún punto de la vida todas esas cosas vuelven a aparecer.
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Quería quedarme junto a Chimney aun cuando me estaba sacando de su casa. Podía sentir el dolor en sus ojos y en sus palabras. Yo misma estaba en shock al saber lo que había pasado, intentaba comprender las razones de Maddie para huir de esa forma sin avisarle a nadie. Bueno solo a Buck. Ahora me doy cuenta que huir de los problemas es muy de la familia Buckley. Y sigo molesta por ser la ultima en enterarme de las cosas de la familia, siempre ha sido así y comienzo a cuestionarme muchas cosas.
— Chimney si que esta enojado.
— ¿Y que esperabas Buck? ¿Qué te felicitara? ¡Sabías lo de Maddie! ¿No pudiste tener un poco de consideración y contarme?
— Ella no...
— Si ya se, ella no quería contarme porque ¡Jamás ha confiado en mí! Es una maldita egoísta que jamás me dice nada. Te merecías ese golpe.
— Oye no puedes ponerte así ¿Ok? Maddie tenia sus razones.
— Tu y ella son exactamente iguales ¿Cómo puedo confiar en quienes siempre me mienten? ¿Soy parte de esa familia Buck?
Ante su silencio solo me fui. Estaba molesta y comprendía perfectamente el malestar de Chimney, aunque bueno ahora también esta enojado conmigo, será difícil acercarse a él después de esto. Me detuve en uno de los semáforos para poder llamar a mis padres, esperando que ellos tuvieran alguna noticia sobre Maddie, pero mamá estaba igual que yo, sin saber absolutamente nada. Me voy a volver loca y eso que ya me recuperé de todos mis traumas, malditos problemas de adulto.
Han pasado varios días desde que Maddie desapareció, he intentado llamar a Chim, pero se niega a contestar mis llamadas. Estoy pagando por los errores de mis hermanos mayores y eso no me agrada en absoluto. Tampoco he querido hablar con Buck, sigo molesta con el por ocultarme lo que estaba pasando, por ahora prefiero mantener la distancia entre ambos. Era mejor así, más porque seguramente terminaríamos peleando, ya no quiero más violencia innecesaria en nuestra familia, tal vez un poco de paz no nos vendría mal o simplemente ser una familia normal ¿Es mucho pedir?
—¡Hola guapa!
—Hey chico guapo ¿Qué tal Ibiza?
—Tienes que venir alguna vez, este lugar es increíble tienes que venir alguna vez ¿Cómo estás? ¿Ya has sabido de tu hermana?
—Absolutamente nada. Supongo que quiere tiempo, no lo sé. Nadie me dice nada.
—Tranquila nena, seguramente ella esta bien. Cuando se sienta segura te va a llamar.
—Ni siquiera se si quiero contestarle. En fin ¿Cuándo regresas? Te extraño.
—Uf me quedan un par de semanas, pero volveré y pasaremos unos días juntos. Lo prometo cariño. Y ya te dejo CJ, ya vinieron por mí.
