¡Vean ese vídeo! Fue mi inspiración para escribir este capítulo!
Una de las peores ideas había sido hacer eso. O al menos eso creía, había distraído a Noah por una fracción de segundo y las cosas cambiarían por completo toda nuestra existencia. La piel de mis brazos se me erizo por completo al notar ese auto venir por nuestro carril y para colmo los frenos del Chevy no respondían. Un grito escapo de mi boca al notar como ese auto nos golpeaba de costado y solo terminamos derrapando por la autopista. El tiempo parecía detenerse, como si todo estuviera pasando en cámara lenta mientras el auto daba vueltas por el camino de asfalto. Sentí el metal golpear mi rostro en repetidas ocasiones, el salir volando por la ventanilla principal golpeando en varias partes de mi cuerpo. No era consiente de todas las heridas que tenia en mi cuerpo, de todas las fracturas.
Los ojos me pesaban, además de un hilo de sangre bajando desde mi cabeza. Mi costado me dolía y sentía la falta de aire cada que inhalaba para respirar. Estaba boca abajo sobre cristales, mis manos estaban llenas de cortes y tarde demasiado en reaccionar y darme cuenta de lo que había pasado. Un accidente al que había sobrevivido de milagro o al menos seguiría viva por un rato. A duras penas intentaba ponerme de pie, pero solo terminaba cayendo al suelo. Al notar mi pierna note la fractura en mi pierna, una fractura expuesta que seguramente me dejaría secuelas futuras.
Las lagrimas comenzaron a bajar por mis mejillas al notar el auto destrozado a unos cuantos metros lejos de mí y al costado el auto que nos había chocado completamente destrozado. Mi pecho dolió de inmediato, no por la falta de aire, ni por todas las heridas que había en mi cuerpo, si no por ver a Noah inconsciente y de cabeza aun en el interior del auto, podía ver las gotas de sangre caer desde su cabeza. Como pude y con toda la fuerza de voluntad que tenía en mi interior comencé a arrastrarme hasta llegar a él, golpeé sus mejillas repetidas veces hasta hacerlo reaccionar. Sus ojos estaban inundados en sangre, tan rojos como las llamas ardientes del infierno.
Mi corazón dolía, mi mente comenzaba a imaginar las peores situaciones. Mi ansiedad comenzaba a jugarme en contra y no se sentía bien. Era una horrible sensación de vació. Sostuve su rostro intentando quitar algo de la sangre que estaba en sus mejillas antes de comenzar a tirar del cinturón de seguridad atascado. Pero solo me lastimaba las manos. Sostuve un trozo de vidrio roto usando este para intentar cortarlo, pero no conseguía nada y solo me estaba frustrando.
— ¡ayuda! ¡Por favor ayuda! ¡Noah! – Los gritos escapaban de mi boca mientras intentaba ayudarlo a salir, las manos me dolían y solo tocia debido al humo que comenzaba a acumularse en el interior del auto. –
— E...estoy atrapado CJ. M...mi pierna, creo que se rompió y...y no puedo respirar. – A duras penas intentaba jalarlo para sacarlo.
— P... por favor tienes que salir, a...aguanta solo un poco por favor. – Busque mi teléfono para poder llamar al 911.
— T...te...te amo CJ. T...te amo.
— ¡No te atrevas a despedirte Noah!
— V...vete. – Grito este, las llamas comenzaron desde la parte trasera. – v...vete CJ.
— ¡No!¡No!¡No!¡No voy a dejarte! i...iremos juntos a la playa, te...tendremos nuestra primera vez... n...no te voy a dejar. – Continue gritando mientras intentaba sacarlo, me aferre a el negándome a soltarlo. - ¡NO! ¡T...tengo que sacarlo! ¡Noah! ¡NOAH! ¡Noah! N...no puedo dejarlo ¡Por favor! T...tengo que ayudarlo ¡NOAH! – los bomberos me tomaron por la cintura jalándome para apartare de él, sostenía su mano, no quería soltarla, me negaba a soltarla. Pero aun así nuestras manos se separaron. Intentaba liberarme del agarre para volver con él. Solo podía ver sus ojos cargados en lágrimas y una sonrisa débil en sus labios. Las llamas terminaron por consumir el auto y yo simplemente estaba estática viendo como mi primer amor moría consumido por el fuego.
Quería creer que se trataba de un mal sueño, de una mala jugada del destino. Quería pensar que todo se trataba de una maldita pesadilla en la que estaba atrapada y que al despertar Noah estaría mi lado dejando caricias en mi cabello, aun cuando el estaba profundamente dormido, no dejaba de acariciar mi pelo de forma cariñosa, como solo el solía hacerlo. Estaba segura de que solo se trataba de un mal sueño. A lo lejos escuchaba el bip constante de un monitor cardiaco, el fuerte aroma a medicamentos me inundaba la nariz y era desagradable. Sentía la brisa fresca contra todo mi cuerpo provocándome escalofríos, pero por alguna razón me negaba a abrir los ojos. En mi mente, mis momentos mas felices con Noah se repetían una y otra vez, no quería despertar.
Aun cuando me negaba a despertar, mis ojos se terminaron por abrir. La luz brillante sobre mi me cegó al instante provocando que mis ojos nuevamente se cerraran. No podía moverme, tal vez seguía bajo el efecto de la anestesia. No sabía cuántas horas habían pasado desde el accidente. Los recuerdos comenzaron a llegar a mi cabeza de inmediato, recuerdos difusos del auto acercándose a toda velocidad a nosotros. Noah. Volví a abrir los ojos notando todas las maquinas a mi alrededor. Una lagrima comenzó a bajar por mi mejilla al sentir ese nudo en mi garganta.
Una enfermera llego a mi lado viéndome con sorpresa, como si hubiera visto a un muerto volver de la vida. No paso mucho para que saliera de la habitación regresando con un doctor, alto y con la misma cara de asombro que ella. Comenzó a examinarme y yo solo quería, necesitaba una respuesta concreta de lo que había pasado.
— ¿D...donde esta Noah?
— ¿Sabes qué día es? – cuestiono el medico mientras revisaba mis ojos.
— Es sábado, sábado 15 de agosto. – mencione entre suspiros. – Noah, por favor ¿Dónde esta Noah? ¿Lo sacaron del auto?
— Hoy es 3 de octubre señorita Buckley. – negué de inmediato, solo habían pasado un par de horas.
— Noah ¡¿Dónde esta Noah?! – comencé a alterarme intentando quitarme todos esos aparatos de mi cuerpo. - ¡Noah! ¡Noah!
— 5 miligramos de Prilocaina.
Desperté después de un rato, la anestesia había hecho efecto de inmediato. había pasado más de un mes desde el accidente y yo seguía en esa cama de hospital. Había estado inconsciente por demasiado tiempo, sin tener idea del mundo. Los recuerdos borrosos seguían llegando a mi mente una y otra vez, cientos de imágenes. Reaccione notando a mi hermana junto a mi viéndome con los ojos inundados en lagrimas y a su lado el idiota de Doug, asechando como una maldita Hiena. Pero ahora no me importaba su presencia. Una lagrima rodo por mi mejilla mientras Maddie acariciaba mi rostro.
— Noah. – volví a susurrar, Maddie jamás me mentiría. - ¿Q...que paso con Noah?
— Lo siento hermanita. Noah falleció en el accidente.
— N...no. – comencé a negar repetidas veces. – n...no es cierto. – mi voz se quebró y solo comencé a llorar. – f...fue mi culpa, fue mi culpa. No pude sacarlo.
— No digas eso, no fue tu culpa CJ. Vas a estar bien ¿Sí?
— N...necesito a Evan. – ella solo asintió antes de salir con Doug. Mi hermano no tardo ingresar, me vio con lastima, odiaba que me viera de esa forma. Mi hermano avanzó hacia mi sosteniendo de inmediato mi mano. – hubiera preferido morir ahí con él. – mencione mientras veía el techo.
— No digas eso CJ. No te atrevas a decir eso. Tienes que seguir adelante ¿Ok?
— N...no puedo hacerlo sin él. – me aferre a la ropa de mi hermano mientras las lágrimas seguían saliendo de mis ojos. - ¿L...los padres de Noah? ¿Austin?
— Vienen a verte a diario desde el funeral ¿Quieres que los deje pasar?
— No puedo verlos, no cuandofue mi culpa. S...si yo no lo hubiera distraído, estaríamos aun juntos. Por miculpa murió Noah.
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On fire
FanfictionLos miedos se hacen más fuertes a medida que pasa el tiempo. Algunos dicen que los superas, pero en mi caso simplemente los cubría con otras memorias. Pero en algún punto de la vida todas esas cosas vuelven a aparecer.