Durante mas de una semana había estado intentando convencer a Eddie que fuera conmigo a la boda de hermano de Noah, era algo que tenia que hacer y que quería hacer, mas porque ya le había confirmado que Buck y yo asistiríamos a su día especial. No podía faltar, mas porque el era parte de mi familia y nos serviría a ambos para tomar ideas para nuestro propio matrimonio. Al final termino aceptando y claro pidió un par de días libres para poder ir conmigo. Nos quedaríamos en casa de mis padres que insistieron en que lo hiciéramos ya que tenían habitaciones suficientes para recibirnos a todos. Y si nos servía, de esa forma nos estaríamos ahorrando todo lo posible para nuestro día.
Chris viajaría con nosotros, era el mas emocionado y durante todo el trayecto mencionaba lo emocionado que estaba por conocer a sus nuevos abuelos. Seguramente mi madre se sentirá a gusto de tenerlo en casa. Mientras Buck jugaba con él, Eddie y yo nos encargamos de alistar todo lo necesario para el vuelo, viajaríamos en asientos diferentes debido a la alta demanda de esas fechas. Aunque el claro iría junto a Christopher, de esa manera estaría mas tranquilo.
— Gracias por ir conmigo, significa mucho para mí.
— Lo sé e iría contigo hasta el fin del mundo. – menciono antes de sostener mi rostro dejando un beso en mis labios. – te amo.
— Te amo Edmundo. – el solo rodo los ojos al ser llamado así. – ya perdón, Eddie.
— No es Edmundo, ni Eddie. Es mi amor, mi sol, mi corazón. – Susurro con cada uno de sus besos. –
— Oigan par de tortolos iremos a comprar algo de comer ¿Quieren algo?
— Ya estamos, vamos todos.
Después de unas cuantas horas llegamos a la ciudad, nuevamente mi padre estaba ahí en el aeropuerto para recogernos. Estaba aliviada de que al fin las cosas en nuestra familia estuvieran bien. Chris termino quedándose dormido en el auto, después de un largo viaje era obvio que terminaría así de agotado. Mientras íbamos a casa intercambiaba algunos mensajes con Andreí que nuevamente había emprendido su camino hacia otro país, ahora disfrutaba de los Alpes Suizos juntos a una linda europea que había conocido durante su estadía en Ibiza, me sentía feliz por el, porque haya encontrado a una persona que lo hiciera sentir como yo me siento.
— Puedes llevarlo a mi cuarto. – mencione a Eddie mientras cargaba a Chris. – hola, mamá.
— Hola linda, Buck. – Mamá avanzo hacia nosotros para saludarnos. – yo lo llevo, ustedes bajen sus cosas. Por aquí Eddie.
— Gracias, señora Buckley.
— No había tenido la posibilidad de felicitarte en persona por tu compromiso CJ. Espero que sea la decisión correcta.
— Papá no hagas que se quiera arrepentir.
— No me voy a arrepentir. Estoy segura de esto.
Todos estábamos cansados, había sido un largo viaje y necesitábamos descansar. Christopher estaba en el cuarto que antes era de Maddie, una gran cama para el solo. Después de cenar junto a Eddie fuimos al que era mi cuarto, aun estaban las viejas decoraciones, poster de bandas musicales y algunos peluches junto a la ventana. Mi colección de libros sobre el escritorio y algunas fotografías mías y de Noah pegadas por las paredes, eran parte de mis recuerdos y mi juventud. Nos dejamos caer en la cama abrazándonos con fuerza.
— ¿Por qué todo sigue igual? Me refiero a tu cuarto, parece que la ultima vez que lo remodelaste fue a los 17.
— Cuando acabe la preparatoria, pase mi ultimo verano en casa de los padres de Noah y después me fui a la universidad y ya sabes lo que paso después.
— Dejaste tu casa y no volviste hasta hace poco.
— Si, tengo muy malos recuerdos aquí, aun cuando ya arreglamos las cosas. Se siente como que falta algo.
— Tal vez deberías deshacerte de las cosas que te traen malos recuerdos, esas muñecas por ejemplo, están algo feas.
— Oye, mis muñecos son hermosos.
Un vestido verde fue mi elección, una hermosa tela brillante y un corte hasta mas debajo de la rodilla. Era algo sencillo, pero a mi me agradaba. El cabello suelto y algo desordenado, maquillaje sutil, nada exagerado y un pequeño bolso con lo necesario. Eddie y Buck ya estaban listos para partir. Mis padres se quedarían cuidando de Christopher, quien estaba feliz al ser consentido por ellos. Nos fuimos directo hacia el salón donde se realizaría la ceremonia y la fiesta. El lugar estaba decorado con luces por todos lados, flores blancas y decoraciones algo extravagantes. Para mi boda, quiero algo sencillo al aire libre.
— Cariño si viniste. – la madre de Noah avanzo hacia mi para poder abrazarme. –
— Claro que si, no iba a perderme el día mas importante de Austin. Te presento a Eddie, mi prometido. Eddie ella es Sophia, la madre de Noah.
— Espera ¿Prometido? Oh por dios, tengo que contarle a Dave. Es un placer conocerte Eddie, tienes a una gran chica a tu lado así que mas te vale cuidarla.
— Con mi vida.
— Oh Evan cariño. Austin se alegrará de verte. Ahora pasen a tomar asiento, la ceremonia esta por iniciar. Luego me cuentas como es eso de que vas a casarte.
Sophia era una mujer increíble, bueno en realidad toda su familia lo era. La ceremonia fue hermosa, dejando de lado que Austin termino llorando de la emoción cuando su prometida apareció, todo hacia sido hermoso. Eddie a mi lado no dejaba de acariciar mi mano dejando pequeños besos en el dorso de esta. Al llegar a la fiesta me acerque a mi segunda familia para poder saludarlos y claro presentarlos, sabia que Dave me molestaría, que se reiría de mi un momento antes de abrazarme y decirme lo orgulloso que estaba de mí.
— Cristine Jael. – extendió sus brazos para abrazarme. – Evan. – ambos estrecharon sus manos. - ¿Y el es?
— Oh si. Es Edmundo Diaz, es mi prometido. – Alce mi mano para enseñar la sortija.
— Un momento. – Dave se aparto y no tardo en volver con Austin. – ella se va a casar hijo.
— ¿Cómo es eso posible? Es una niña, no puede casarse.
— Yo me pregunto como es que tu terminaste casado.
— ¿Cómo es que tu aun no lo estas Buckley? Que bueno verte amigo, ahora ¿Cómo es que la pequeña CJ va a casarse?
— Pues una cosa llevo a la otra y paso.
— Mas te vale que cuides a nuestra CJ, es un tesoro.
— Lo prometo. Voy a cuidarla señor.
— Dime Dave, demonios no soy un anciano. Vamos por un trago Evan.
— Iré a bailar el vals con mi esposa, dios no puedo creerlo estoy casado.
— Ten. – le di un pañuelo. – por si te pones a llorar de nuevo.
— Si el te ama, va a terminar llorando igual. – Austin se fue bailando hasta llegar al centro de la pista.
— Son... agradables.
— Si, fueron quienes me acogieron cuando discutía con mis padres, aun cuando Noah ya no estaba, ellos siempre estuvieron ahí.
— ¿Bailamos?
— Por supuesto mi guapo prometido.
— Me gusta como se escucha.
¡Lamento tanto la tardanza!
Mi bloqueo estuvo horrible, pero ya están fluyendo las ideas.
NO OLVIDEN VOTAR Y COMENTAR.
Falta poco para el final, posiblemente solo un capítulo más.
ESTÁS LEYENDO
On fire
FanfictionLos miedos se hacen más fuertes a medida que pasa el tiempo. Algunos dicen que los superas, pero en mi caso simplemente los cubría con otras memorias. Pero en algún punto de la vida todas esas cosas vuelven a aparecer.