—— Tendremos una noche de chicas... ¿Qué dices?
— ¿Noche de chicas? ¿Dónde?
— En casa de Athena, solo nosotras. Sin hombres... anda hermanita, nos hará bien.
— De acuerdo. Te dejo Maddie tengo que entrar a terapia. Mi primera terapia de grupo. Deséame suerte.
— Suerte hermanita, nos vemos más tarde. Te quiero.
— Y yo a ti.
Mi primera terapia de grupo estaba a solo pasos de distancia, me había levantado temprano para sentirme preparada para contar mis problemas. Pero al estar afuera de ese centro las piernas se negaban a responderme y solo quería darme la vuelta para volver a casa y envolverme en las mantas. Pero ya estaba ahí, solo era un paso más para sanar mi mente y tranquilizar a mi corazón, yo se que puedo. Soy brava y valiente. Soy una Buckley. Entre suspiros ingrese al lugar directo hacia la sala donde un grupo de personas comenzaba a reunirse, de todas las edades. En el rincón una mesa con café y bocadillos, supongo que no me hará mal tomar una. Con mi café en mano me acomode en una de las sillas a espera de que todo eso iniciara.
— Hola, sean todas bienvenidas a este grupo de apoyo. Me llamo Isabel Collins. Soy terapeuta y dirigiré este grupo. Si no se sienten preparadas para hablar ahora, no pasa nada, pueden hacerlo en la siguiente reunión o hasta que se sientan listas para hablar ¿Quién quiere iniciar? – Quería levantar mi mano, pero por alguna razón mi cuerpo no obedecía a mi mente. Una chica morena alzo la mano tomando así la palabra. – perfecto ¿Cómo te llamas?
— Soy Madison.
— Bienvenida Madison...
— Gracias. Hola a todas. – Dijo antes de ponerse de pie. – tengo 24 años, vivo a las afueras de la ciudad con mis padres. Hace dos meses fui víctima de abuso sexual por parte de un compañero de universidad. – trague saliva al escucharla. – el sigue asistiendo a la universidad, yo deje de hacerlo por miedo a verlo. Estoy molesta porque él puede continuar estudiando y yo tengo que estar aterrada con la idea de encontrarme con él. No había salido de casa desde ese día.
— ¿Quién quiere seguir? – Todas se quedaron en silencio. - ¿Qué tal tu? – Alce la vista notando su mirada sobre mí. No estaba lista para contar mi historia, pero si no lo hago ¿En qué momento perderé el miedo? – tranquila, aquí estas a salvo.
— Si... am hola. – Moví mi mano para saludarlas. – me llamo Cristine, pero prefiero que llamen CJ.
— Bienvenida CJ. Adelante.
— Todo empezó con Noah... era mi primer novio. Falleció en un accidente y hasta ahora me sigo culpando por su muerte, y...yo no pude sacarlo del auto. – Mi voz comenzó a temblar. – n...no pude salvar su vida. A diario me pregunto si hubiera sido más rápida el estaría vivo ahora, él quería ser astrónomo. - Mencione con una sonrisa al recordar lo mucho que el amaba ver las estrellas. – luego vine a vivir aquí a Los Ángeles con mi hermano y pensé que las cosas serian tranquilas, pero hubo un accidente y reviví todo ese miedo, mientras ayudaba al chofer veía a Noah. Comienzo a creer que atraigo la mala suerte o algo por el estilo. – Solté entre risas. – trabajo en una escuela, la primaria Jackson, hubo un tiroteo y resulte herida para proteger a mis alumnos, hasta el día de hoy me sigo asustando con cada ruido fuerte que escucho. Y para rematar, hace unos meses fui víctima de secuestro. Tal vez vieron mi cara en las noticias o en alguna red social. – Algunas de ellas asintieron.
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On fire
FanfictionLos miedos se hacen más fuertes a medida que pasa el tiempo. Algunos dicen que los superas, pero en mi caso simplemente los cubría con otras memorias. Pero en algún punto de la vida todas esas cosas vuelven a aparecer.