Una vida sin ti

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La idea de volver a escapar estaba pasando por mi mente otra vez, irme a Australia y cobrarle la palabra a Dustin para pasar otra temporada en su casa

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La idea de volver a escapar estaba pasando por mi mente otra vez, irme a Australia y cobrarle la palabra a Dustin para pasar otra temporada en su casa. Aunque claro muchas personas seguramente me atarían de los pies si les llego a mencionar la idea de irme del país de nuevo. Me fui a trabajar asegurándome de llevar todas mis cosas en el auto donde creo que comenzare a vivir desde ahora, un motel no es de mi agrado y no quiero pasar mi vida al interior de lugares así. Pasé una noche horrible, dejando de lado que estuve llorando como una bebé hasta que logré cerrar los ojos por un momento, los ruidos que se escuchaban en ese lugar no eran lindos.

No había encendido mi teléfono desde que me fui de casa de Eddie, no quería tener que dar explicaciones ni mucho menos cargarme un interrogatorio por parte de mi hermano o los demás. No quería hablar del tema y solo quería centrarme en hacer lo que mejor se hacer. Educar y ser una buena maestra, porque si soy realmente buena en lo que hago. Mi primera clase estuvo tranquila y Douglas había decidido aparecer después de días de ausencia, estaba bien y se veía mucho más tranquilo, esperaba la oportunidad para poder hablar con su madre.

— Oye te ves horrible. – Dijo Janice mientras me servía algo de café.

— Si lo sé, no dormí bien.

— Tu guapo bombero no te dejo dormir.

— Ojalá fuera eso Janice. Me pidió un tiempo y dormí en un maldito motel.

— Carajo amiga ¿Porque no vas a casa de tu hermano?

— Porque vive con Albert y no voy a ir a molestarlo. Ya veré que hago.

— Puedes quedarte conmigo. – Carter se sentó frente a nosotras. – disculpen escuche su conversación. Si necesitas donde quedarte, tengo una habitación extra.

— Descuida, me las arreglaré de alguna forma.

— Oye, eres nuestra amiga. Nos ayudamos, en esta escuela somos familia. Así que, si uno de los nuestros necesita una mano, se la vamos a dar. Acepta.

— Carter tiene razón, todos nos ayudamos.

— Gracias, en serio. – Nos pusimos de pie al escuchar el timbre que indicaba el fin de nuestro descanso. – bien, a trabajar.

— Nos vemos en el siguiente descanso y me terminas de contar el chisme.

Le pedí a Janice y a Carter que no dijeran nada al respecto, no quería causar mayores preocupaciones en el resto de los maestros, aun cuando me habían dicho que contaba con ellos para lo que fuera, detestaba la idea de que mi vida personal fuera sabida por todo el mundo. Carter me dio la dirección de su casa a la que iría mas tarde. Le había pedido una reunión a la madre de Douglas, por alguna razón necesitaba conocer el motivo de sus actitudes, mi instinto me decía que había algo más que solo una mujer con demasiados problemas para controlar su ira.

— Tome asiento por favor. Gracias por darse el tiempo de hablar conmigo.

— Quería disculparme con usted señorita Buckley. – Hizo una pausa. – yo estoy pasando por un proceso de divorcio, con mi esposo discutíamos demasiado, durante una de nuestras discusiones me golpeo y decidí ponerle una demanda. – Apenas dijo eso sentí la necesidad de abrazarla. – Douglas es un buen niño, es perfecto. – asentí. – pero ha visto todo eso y es mi culpa.

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