Stobotnik ☕ 00neSshots_

Oh, I love it [♥️✨☕]

[Capítulo corto]

Stone se hallaba en la cocina de su cálida morada, preparando el elixir de cafeína destinado a un dichoso genio, quien se había deleitado al oir de su agente una simple propuesta; vaya a descansar, le prepararé su latte.
Habría de hecho culminado el procedimiento principal, aunque tardaba aquel momento un poco más de lo habitual ya que se encontraba trazando un complejo paisaje en la crema superior de la deleitable bebida.

Sonreía de lado con amor, dedicándole a la obra la mayor paciencia que un ser humano puede ejercer.
Sus manos eran ligeras y habilidosas, cada detalle era un punto a favor para lograr al menos un agradecimiento por parte del futuro catador.

El silencio gobernaba en la sala...
El moreno sentía saliva formarse en su boca al simplemente imaginar la mirada fría de su amado relajarse y brillar ante el arte y sabores perfectos expresados en un simple recipiente.

— Wow... — de la oscuridad, surgió la voz gélida del doctor de forma repentina.

El barista se exaltó, casi arruinando la mayor parte del dibujo.

— Mi amor... Creí que estabas dormido — rascó su nuca ante el susto, sonriendo de modo dulce.

— Bueno, lo estaba... Pero... — bostezó falsamente, acercándose a la espalda agena — observar la elaboración profesional de mi bebida por excelencia es... Mucho más gratificante — de repente y sin algún aviso, abrazó con lentitud a su amado por su esbelta cintura, apoyando su cabeza en su hombro con algo de esfuerzo.

Lee alzó una ceja confuso por la acción amorosa de su cónyuge, algo atónito, colocó su mano en la mejilla ajena.

— ... ¿Sucede algo, mi señor? — cuestionó preocupado.

— No, ¿Debería acontecer algún suceso trascendental para que mi persona logre acceder a un simple y efímero contacto físico con usted? — susurró en su oído de forma ronca.

El contrario se estremeció.

— No, no, cariño, solo... — acarició su mejilla con su mano anteriormente posada allí — olvídalo... — le dió un pequeño beso a parte superior de su hombro.

Stone se sentía en un repentino paraíso, pues el calor de su amado señor acoplado a hallarse realizando una de sus actividades favoritas era simplemente perfecto.  Sin mencionar el hecho de que aquel contacto había sido una serendipia renovada para el jóven.

Por su parte, el doctor sonrió de lado.
Comenzó a otorgar pequeños besos superficiales al cuello del menor, acariciando también su abdomen por encima de su ropa, se notaba inicialmente algo deseoso.

— Humm... ¿D-doctor? — murmuró con nerviosismo.

— Continúe su trabajo... ¿Dejará que un estímulo externo lo distraiga? — detalló su cintura fuertemente con una de sus manos.

El contrario suspiró con algo de vergüenza, pues sentía las manos firmes del genio recorrer su cuerpo sin algún beneplácito, eso lo hacía estremecerse por completo.

Intentando centrar nuevamente su atención en la actividad anterior, encogió sus hombros con temblores repentinos.

— Oh, eres todo un artista~ me encanta cuando te esmeras tanto ~ — sostuvo la nuca del moreno, susurrando aquello a su oído mientras realizaba algunos masajes a la parte más baja de su cabeza.