36: "Puede que si"

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"Ding dong" - escucho el timbre de casa y me levanto de la silla de mi escritorio

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"Ding dong" - escucho el timbre de casa y me levanto de la silla de mi escritorio. Estaba estudiando, en enero tengo los primeros exámenes del curso y tengo que aprobarlos.

Debe ser Pedri el que ha llamado al timbre, justo ha pasado una semana de aquella conversación en la fiesta donde le pedí que si se podia quedar en casa porque mis tíos se iban de vacaciones y me dijo que si.

Esta mañana en el entrenamiento me dijo que tenia unas cosas que hacer por la tarde con su hermano pero antes de cenar vendría a casa para quedarse a dormir.

Bajo los escalones de casa y cuando llego a la entrada me miro un poco en el espejo, llevo un pantalón de chándal y una sudadera, Pedri me ha visto mil veces así, voy así a los viajes para ir cómoda. En lo que me fijo es en mi cara, llevo mis gafas, nunca me ha visto con ellas, muy pocas personas lo hacen pero si va a dormir algunas noches conmigo me va a ver en algún momento así que no voy a alargar más ese momento y voy a estar cómoda con las gafas.

- Hola - digo abriendo la puerta de casa, me encuentro con un Pedri sonriente con una mochila.

- Ala, que guapa con gafas - me dice dando un paso hacia delante dejando un beso en mi mejilla.

- Sí claro - digo irónicamente rodando los ojos y cerrando la puerta de casa - ¿Quieres cenar ya? Porque yo me muero de hambre.

- ¿Qué tienes por ahí para cenar? - me pregunta.

- Pues ni idea - digo riéndome - ¿Sabes hacer algo?

- Ehhh - dice dudando.

- No tienes mucha idea, ¿no? - le digo soltando una carcajada.

- No mucha la verdad, cocina siempre mi hermano.

- Bueno, deja la mochila en el salón y vamos a intentar hacer algo - le digo andando hacia el salón para que deje ahí su mochila.

Pedri deja su mochila en el salón y vamos a la cocina, después de mirar los ingredientes que hay en la nevera decidimos hacer unas tortillas francesas. Pensábamos que no iba a ser muy difícil pero en vez de hacer dos tortillas francesas solo hemos hecho dos revueltos de huevo con jamón cocido.

- Vaya mierda de tortillas nos han salido - dice Pedri riendo.

- ¿Tortilla? Yo creo que más bien han sido unos revueltos - digo viendo las tortillas rotas en dos platos.

- La cocina no es lo nuestro, mañana mejor cenamos en mi casa y que haga la cena Fer que cocina genial - me dice riendo.

- Ya podrías haber sacado ese don de tu madre tu también - digo ya que sus padres tienen un restaurante en Tenerife y su madre es la cocinera.

- Lo siento, no podía ser perfecto, algo malo tenía que tener - dice riendo.

- Como vuelvas a decir algo así creo que voy a preferir morirme de miedo por la noche que aguantarte - digo rodando los ojos mientras cojo un par de platos y vasos y lo pongo en la isla de la cocina para cenar ahí.

No va a volver a pasar ||| Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora