Una noche cualquiera te acuestas con lo que creías que iba a ser un tío más que no ibas a volver a ver pero te equivocas, vas a tener que pasar mucho tiempo con él ya que te lo vas a encontrar todos los días en el trabajo.
Inconscientemente y de man...
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- Felicidades - le digo a mi primo Dani cuando llego a la cocina y lo veo desayunando.
- Gracias - me dice mientras me acerco a él y le dejo un suave beso en la cabeza - Mira, mamá y papá ya que me han dado el regalo - dice señalando su camiseta de Lewandowski.
- Anda pero que bien, me encanta.
Saludo a mis tíos que también están en la cocina y me siento a desayunar.
- Prima, ¿y tú regalo? - me pregunta haciendo que su madre le mire mal.
- Dani, esas cosas no sé preguntan, si tiene algún regalo para ti ya te lo dará cuando ella quiera y sino tiene ningún regalo para ti no pasa nada - le riñe mi tío. Obviamente a mi no me molesta el comentario de mi primo pero seria un poco feo que vaya por ahí reclamando regalos.
- Después cuando venga del entrenamiento te lo doy, ¿vale? - le digo y él asiente.
Cuando termino de desayunar subo a mi habitación a hacer algunas cosas de la universidad antes de ir al entrenamiento.
Cuando es la hora salgo de casa de mis tíos hacia la ciudad deportiva en mi moto como cualquier otro día a excepción de que hoy me encuentro a Pedri parado en el semáforo que está antes de entrar a la ciudad deportiva con algunos fan, yo me paro en el semáforo también ya que está en rojo. Cuando el semáforo se pone en verde, salgo haciendo rugir mi moto y llamando su atención.
Cuando llego al parking, me bajo de mi moto, me quito la caqueta, el casco y los guantes y empiezo a caminar hacia dentro.
- Hoy es el santo de tu primo, ¿no? - me pregunta por detrás una voz que conozco bien.
- Sí - es lo único que le respondo mientras Pedri acelera su paso poniéndose a mi lado.
- ¿Hoy puedo verlo? - me pregunta metiéndose las manos en los bolsillos.
- Supongo - digo encogiéndome de hombros - ¿Puedes después del entrenamiento?
- Sí - es lo único que me contesta justo cuando llegamos antes Sonia.
- Hola Sonia, ¿qué tal? - digo saludando a Sonia, Pedri solo la saluda con un simple hola y sigue su camino.
- Bien - me contesta ella mientras le dejo mis cosa.
- Nos vemos después - le digo despidiéndome de ella.
Como todos los días voy hasta el campo y grabo todo el entrenamiento, cuando terminan el entrenamiento algunos jugadores se quedan hablando entre ellos o con algunas personas del cuerpo técnico en el campo ya que mañana es el partido en Pamplona.
- Hoy es el santo de tu primo, ¿no? - me pregunta Xavi acercándose a mi.
