46: Flores y un collar

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Las dos semanas de exámenes se me pasan muy rápido, tanto que acabo de terminar el último examen

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Las dos semanas de exámenes se me pasan muy rápido, tanto que acabo de terminar el último examen.

No veo a Pedri, desde el desayuno en su casa con sus padres, si que hemos hablado por mensajes y alguna llamada pero se nos ha hecho imposible vernos, yo solo he parado de estudiar para ir a los entrenamientos y él ha estado con sus sesiones con el fisio para recuperarse de la lesión.

Está mañana llovía mucho así que tuve que coger un taxi para venir a la universidad a hacer él examen, estoy a punto de llamar a uno para volver a casa cuando me llega un mensaje de Pedri.

Está mañana llovía mucho así que tuve que coger un taxi para venir a la universidad a hacer él examen, estoy a punto de llamar a uno para volver a casa cuando me llega un mensaje de Pedri

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- ¿Qué haces aquí? - pregunto entrando en el coche.

- Recogerte para ir a comer, hace demasiados días que no nos vemos - dice arrancando su coche, ha traído de nuevo el Cupra.

- ¿Es que me has echado de menos? - le pregunto sonriendo.

- No flipes tanto rubia - me dice dándome una ligera mirada acompañada de una sonrisa mientras pasa su mano de la palanca de cambios a mi muslo.

- No flipo moreno, me has echado de menos tanto como yo a ti - le confieso.

- Uy, ¿eso ha sido una confesión? - me dice riendo apretando mi muslo.

- Qué va, ha sido una mentira - digo vacilándole con una sonrisa tonta yo también.

- Ayy, rubia - me dice antes de dar un suspiro y empezar a hablar de otras cosas, más concretamente de sus sesiones de recuperación y mi semana de exámenes.

Tardamos poco en llegar a su casa ya que no está muy lejos de la universidad.

- ¿Subimos un rato antes de comer? - me pregunta Pedri mordiéndose el labio ¿algo nervioso?

- Vale, como quieras - digo algo extrañada pero le hago caso empezando a subir las escaleras.

Subimos las escaleras en silencio y cuando llegamos a la planta de arriba soy yo quien abre la puerta de su habitación ya que voy primera. Al entrar en la habitación lo primero que me encuentro sobre la cama es un ramo de tulipanes rosas y blancos y una bolsa pequeña blanca.

No va a volver a pasar ||| Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora