Una noche cualquiera te acuestas con lo que creías que iba a ser un tío más que no ibas a volver a ver pero te equivocas, vas a tener que pasar mucho tiempo con él ya que te lo vas a encontrar todos los días en el trabajo.
Inconscientemente y de man...
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- Tía, yo creo que deberías escucharle por lo menos - me dice María - No te digo que lo perdones ni mucho menos pero escúchalo.
- No me líes María, ¿para qué mierda voy a escucharlo? - le pregunto alzando las cejas aunque no me ve porque estamos hablando por teléfono.
- Pues no sé tía, Fer me ha dicho que está fatal, que yo soy la primera que quería darle una patada en los huevos nada más enterarme pero no sé, escúchalo y ya luego si se lo merece le pegas tu la patada en los huevos - me dice ella y yo suspiro.
- Que no María, que no quiero escuchar sus mentiras, cuento menos relación tenga con él mejor, así puedo olvidarlo antes, aunque se me esta haciendo imposible no quitármelo de la cabeza viéndolo en la ciudad deportiva y solo hace dos días que lo deje - le digo suspirando.
- Vale tía haz lo que quieras, pero yo lo escucharía también para poder cerrar bien la etapa - me dice ella.
- No quiero ni verle María así que no voy a hablar con él - le digo y ella suspira.
- Un momento Alba - me dice y la llamada se pone en silencio unos segundos - ¿Vienes esta tarde a mi casa?
- ¿Qué? - le pregunto.
- ¿Qué si vienes esta tarde a mi casa? Por ahí hace bastante calor y en mi casa estamos bien - me dice.
- Como quieras, no tengo nada que hacer - le digo ya que hoy el entrenamiento ha sido por la mañana temprano.
- Vale, pues vente esta tarde a mi casa y hacemos maratón de películas o algo así - me dice y yo asiento.
...
Me bajo de mi coche y me encamino hacia casa de María, llamo al timbre y a los pocos segundos ella me abre la puerta.
- Madre mía, que calor hace en la calle - digo abanicándome con mis manos.
- Muchísima - me responde ella dejándome entrar, camino hacia el salón y cuando entro no me puedo creer a quien me encuentro.
- ¿Qué cojones hace este aquí? - digo después de ver a Pedri dándome la vuelta para no verlo y salir de aquí cuando antes.
- Alba - me dice María cogiéndome de los hombros.
- Ni Alba ni mierdas, ¿qué hace aquí? - le digo suspirando quitando sus manos de mis hombros.
- Alba, escúchame - dice Pedri detrás mía, se ha levantando del sofá.
- Tía, no me puedo creer que me hayas hecho una encerrona, está misma mañana te he dicho que no lo quería ver ni en pintura - le digo a María enfadada pasando de Pedri.
- Escúchalo porque sino luego te vas a arrepentir - me dice y yo suspiro.
- María...
- Enserio Alba, no haría esto sino creyera que lo tienes que escuchar - me dice ella intentándome convencer.
