Una noche cualquiera te acuestas con lo que creías que iba a ser un tío más que no ibas a volver a ver pero te equivocas, vas a tener que pasar mucho tiempo con él ya que te lo vas a encontrar todos los días en el trabajo.
Inconscientemente y de man...
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Estoy estudiando cuando unos golpes en mi puerta me interrumpen. Me levanto a abrir encontrándome con un Gavi con una cara no muy buena.
- ¿Qué pasa? - le pregunto al ver su cara de ¿preocupación?
- Es Pedri.
- ¿Pedri? - pregunto confundida.
- Estábamos todos en la piscina y no sé cómo ni porque pero se ha desmayado - me dice tragando grueso con los ojos brillantes, aguantándose las lagrimas - Se lo han llevado en ambulancia.
- ¿Qué? - pregunto abriendo mucho los ojos sin creerme lo que me está diciendo. Esto no puede estar pasando.
- Sí, he venido para avisarte y para ver si podías llevarme al hospital - me dice enseñándome las llaves de un coche.
- Voy, voy, un segundo, voy a ponerme los zapatos - digo girándome rápidamente algo agobiada.
Me pongo rápidamente los zapatos, cojo mi móvil y salgo de la habitación encontrándome con Gavi apoyado en la pared.
- ¿Vamos? - le pregunto y él asiente.
Bajamos por el ascensor y yo sigo a Gavi hacia fuera.
- Es aquel coche - me dice señalándome un coche negro y dándome las llaves del coche.
Nos montamos en silencio, y en el camino solo habla Gavi dándome pequeñas explicaciones de por donde tengo que coger, el lleva el gps puesto.
- Fer me ha dicho que están en la sala de espera - me dice cuando aparco en el primer hueco que encuentro al llegar al hospital.
- Vale - digo yo asintiendo y saliendo del coche.
Andamos hasta la sala de espera encontrándonos con Fer.
- ¿Te han dicho algo? - pregunta Gavi cuando llegamos junto a Fer.
- No - niega desde donde esta sentado, se ve que tiene cara de preocupación, es normal - Xavi está con él y los médicos pero no sé nada.
- Ay - digo suspirando y sentándome a su lado, Gavi, en cambio, se aleja de nosotros yendo hacia una de las maquinas expendedoras que hay en la sala a unos metros de nosotros.
- ¿Ya lo habéis arreglado? - me pregunta Fer que seguro que sabe todo por su hermano.
- No - niego con la cabeza - Ha llamado a mi puerta preocupado contándome lo de tu hermano y hemos venido.
- La preocupación ha podido con su enfado - me dice antes de que Gavi llegue a nuestro lado con una botella de agua en sus manos.
No pasa mucho tiempo cuando un medico sale preguntando por los familiares de Pedri, y solo deja pasar a Fer.
Pego mis piernas a mi pecho subiendo mis pies en el borde de la silla de la sala de espera, la idea de que algo malo le pase a Pedri me tormenta la cabeza y es inevitable que mis ojos no sé cristalicen. No dejo que las lagrimas salgan de mis ojos ya que paso mis dedos por debajo de ellos.
