Las flechas de Cupido

12. You'd be surprised

Prendí la computadora y abrí Skype, tenía programada una "reunión informal", como nosotros la llamábamos, con Donald. A los pocos segundos la llamada apareció y lo atendi viendo su cara demasiado cerca.

- ¿Cómo estás, Don?

Donald me miró a través de la pantalla con una sonrisa de lado.

- Vaya, en estas dos semanas cambiaste. Quizás el pelo, no, ya sé: cambiase tu rutina facial, o quizás el maquillaje.

Rodé los ojos - Te sorprendera saber que no cambié nada y que sigo siendo la misma de siempre. ¿Cómo está todo allí?

- Ya sabes, papeleo, proyectos indefinidos y muchas propuestas que no puedo aceptar porque soy representante de una actriz rebelde que abandonó su carrera por tiempo indefinido.

- Vaya - suspiré falsamente- no pensé que tu vida sería tan difícil ahora que me fui.

- Como sea, ¿A ti como te está yendo en la tierra de los canguros? ¿Sigues en la búsqueda de tu "superyo" o ya lo encontraste?

- No seas idiota. Y bien sabrás que no pienso volver, al menos no ahora, estoy extrañamente bien aquí. Necesito mi tiempo.

Sus ojos se abrieron de par en par, estoy segura que reprimió un insulto, levantó las manos con resignación.

- Como quieras, pero debería decirte que tu papel de actriz en fuga está dando resultando porque las propuestas son - tomó algunos papeles - impresionantes. Jackson hizo una estadística y eres la actriz más pedida para futuras películas.

Me acomodé - Ni siquiera quiero saberlo, cualquier cosa que me digas hará que me arrepienta de estar aquí, y más que nadie sabes que lo necesito.

- Oh créeme que te entiendo, si tuviera la oportunidad de escapar a algún país, no lo sé, quizás asiático lo haría sin dudarlo. La tierra americana me da alergias.

- Dime una cosa Don, solo una, ¿Acaso en Juego de tronos siguen considerando la nueva incorporación para las próximas temporadas?

-¿Te miento y te hago feliz o te miento y te decepciono? Me estás poniendo en una situación muy complicada.

- Como sea, quiero torturar a mi cerebro con lo que me digas.

- Eres la única opción que ellos tienen y si, ya recibimos varias llamadas de su parte.

El papel en Juego de tronos es algo que desee por mucho tiempo, estaba segura que sería mi próximo proyecto, bueno, lo estaba porque todo cambió en menos de un mes.

- Dime la verdad Don, sería una idiota si dejo pasar esa oportunidad.

- No pienses en eso ahora, pero te prometo que si vuelvo a tener otra llamada serás la primera en enterarte, y ahí tú serás la que tiene la última palabra.

Le sonreí - Eres mi mejor amigo, y también eres un dolor de cabeza.

- Pero admite que sin este dolor de cabeza no podrías controlar las preguntas de los paparazzis y las malas ofertas - pareció recordar algo - no se si te interesa, pero en menos de veinticuatro horas estarán publicadas las fotos de la producción inspirada en Marilyn Monroe.

Claro, la última producción que hice antes de venir a Australia.

- Bien, ¿Que debo esperar, una oleada de críticas por usar a la figura clásica de la rubia o una oleada de piropos sexuales que por lo general los brindan entre hombres de 40-50 años?

Pareció pensarlo un momento e hizo un gesto para que le quite importancia al asunto.

- Ya sabes nena, un poco de esto y un poco de aquello. Si me preguntas, luces increíble en todas las fotos.

-¿Y cuál será el titular? - pregunté.

Buscó entre una de las hojas hasta que finalmente lo encontró.

- Estarás sorprendida cuando te lo lea:
"Modernidad, silencios y sensualidad: La tendencia de lo oculto en las actrices más famosas de Hollywood"

- Ese titular es absurdo - critiqué - pero al menos es mejor que el anterior, al parecer el editor entendió que se trataba de rellenar la portada con palabras que parezcan interesantes pero que nadie termine de comprender.