38. I've got my eye on you

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Me desperté con unas náuseas horribles y un dolor de cabeza espantoso, juré no volver a tomar alcohol nunca más en mi vida, aunque sabía que iba a ser una promesa que no podría cumplir tan fácil. Observé a mi alrededor intentando recordar si Piper se había quedado a dormir en mi casa o no, a juzgar de que no había nada impropio tirado por mi habitación entendí que probablemente la situación fue sencilla: Me acompañó a mi casa y luego se fue.

- ¿Ya te despertaste?

Me sobresalté, frente a mi estaba un Jules radiante a diferencia de mí.

-¿Cómo entraste a mí casa?

Me miró algo incómodo - Anoche, o mejor dicho hoy temprano, me llamaste, al parecer llegué un poco después de que tu amiga se fue.

No recordaba nada, pero si él lo decía iba a confiar en que así fue.

- Lamento haberte despertado tan temprano.

- Está bien, estoy acostumbrado a eso, me levantó muy temprano para ir a correr. ¿Fue una buena noche?

Me levanté intentando evitar el mareo y me puse un suéter arriba de mi vasta blusa, el frío había entrado en mi cuerpo de manera repentina.

- Regular. Piper me invitó a salir y no confiaba volver tan tarde, en realidad, ¿Qué hora es?

- 08:30 - contestó con una sonrisa ladina - no han pasado ni tres horas desde que llegaste a tu casa. ¿Estás segura que no quieres volver a la cama? Yo podría irme.

Maldije por lo bajo, me faltaban mínimo cuatro horas de sueño.

- No, está bien - me puse frente a él - de verdad lamento haberte arrastrado hasta esto una vez más - sonreí recordando la primera vez que salimos, cuando en un estado ebrio lo obligué a dormir en mi casa - principalmente porque no recuerdo haberte llamado.

- ¿Cuando entenderás que no me molestas? - preguntó.

- Es domingo, podrías estar durmiendo y estás aquí, estoy muy avergonzada...

Me tomó de la cintura y me besó, sin decir nada mas, me besó y sentí sus labios dulces saborear los míos. Me di cuenta de lo que estaba pasando segundos después y como reacción me separé.

-¿Que haces, Jules?

Su cara detonó terror - Lo lamento, pero ya no puedo fingir más. No sé que hiciste conmigo, pero desde que estás aquí alteraste todos mis sentidos y estoy cansado de que pienses que de alguna forma me molestas - tomó aire - haría cualquier cosa por tí, ¿Entiendes? Cualquier cosa.

Mis ojos estaban abiertos de par en par. ¿Se estaba confesando?

- Tienes un futuro amoroso terrible, lo sé, y es probable que estés intentando algo con el sujeto musculoso de la otra vez - ¿Vincent? - pero me encantaría de que me des la oportunidad de demostrarte lo que puede hacer alguien capaz de amar a otra persona.

No lo digas por favor ...

- No quiero adelantarme tanto a la situación, aunque si me rechazas da igual, pero creo que te ama.

¿Me amaba? Sonreí sin saber muy bien que decir, lo único asegurado era que quería que la tierra me tragara en estos momentos.

- Oh, que dulce, ¿Vas a atreverte a decirle qué no? - detrás de él, Amadis hizo acto de presencia, comencé a hiperventilar pesando en como reaccionar.

- Tan solo míralo - caminó alrededor de él, yo no podía entender como era posible que Jules no lo vea - Está tan loco de amor por tí.

-¿Estás bien? - preguntó Jules preocupado - Estás muy blanca.

-¿No lo ves? - pregunté señalando detrás de él - Él está...

- ¿De quién hablas?

Se dió vuelta y volvió a mirarme con el ceño fruncido, yo esperé alguna confesión de su parte.

- Pearl, ahí solamente hay un espejo. Tranquila, necesitas comer algo y dormir más horas. ¿Quieres que te prepare algo y luego me voy?

Me froté la cabeza y negué - Lo siento mucho, creo que solo quiero dormir un rato. Me duele la cabeza.

Me dió una última mirada pero no dijo nada más - Entonces lo mejor será que te deje sola - se acercó y me besó la mejilla.

Ah, ¿Ahora solo me dejas un beso en la mejilla?

- Espera Jules, necesito preguntarte algo.

- Claro, dime.

-¿De verdad te gusto?

- Por supuesto, no te lo diría en broma sabiendo que tienes solamente tres horas de sueño. Tengo mis ojos puestos en ti.

Mierda, estaba jodida.

Las flechas de CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora