44. There she goes

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La mañana siguiente cuando estuvo todo listo fui a firmar el contrato con Hamilton Hodell, estaba contenta y empezaría a grabar la película dentro de dos meses así que tenía un tiempo en Australia antes de volver a Estados Unidos.

-¿Qué harás hoy? - preguntó Donald - mañana ya vuelves a Australia.

-Voy a dar un paseo supongo, recorrer viejos lugares y familiarizarme porque en unos meses volveré a estar aquí.

-¿Querrás tu antigua casa? ¿O prefieres empezar de cero y que te consigamos un lugar nuevo?

Lo pensé un momento, sabía que a partir de que tome mi último avión a Australia Donald quedaría a cargo de mi próxima mudanza.

- Creo que prefiero algo nuevo, no quiero tener viejos recuerdos de todo lo que pasó antes.

-¿Borrón y cuenta nueva?

- Así lo creo.

- Esa es mi chica.

Me despedí de él de una vez por todas y salí a caminar, usé un vestuario que llamamos "de escape", le pusimos ese nombre por qué justamente sirve para escapar y pasar desapercibida de los paparazzis o cualquier persona que me reconozca. Pequeño truco de gente famosa.
Caminé por las calles de Nueva York, había olvidado lo que se sentía, lo bien que se sentía. Aquí a las personas no les importaba el resto, simplemente eran ellas mismas y destellaban su propia luz, era algo maravilloso que jamás comprendía.
De pronto recordé mis primeras caminatas por el Central Park cuando era una simple adolescente que tomaba clases de actuación para su primer debut como actriz.

Y fue todo porque un golpe seco logró distraerme de todo lo que estaba pensando.

- Lo siento, ¡Estaba muy distraída!

-Descuida - contesté con dificultad y me puse de pie.

-¿Eres la actriz Pearl Jenkins verdad?

El vestuario no funcionó esta vez . Era una chica bastante simpática, parecía de no más de catorce años y llevaba unas grandes gafas de pasta negra.

-¿Puedes guardar un secreto por mi?

-Claro, no diré nada. ¿Pero podrías darme tu autógrafo?

Me extendió un pequeño anotador que me causó ternura. Lo firmé y ella miró con emoción.

-¡Gracias! ¿Puedo darte un consejo de chica a chica? - el tono que usó me hizo reír.

- Claro.

- Jules parece más bueno, pero el otro sin duda es más sexy.

¿Qué? Abrí mucho los ojos.

-¿Cómo sabes de Jules?

- Salieron muchas fotos con él, en las redes y en la televisión. Lograron localizarlo por su nombre pero al otro, ya sabes, al sexy no. Quizás sea porque no saliste tanto con él.
Déjame decirte que soy tu fan número uno y que me encanta seguir cada momento de tu vida.

-¿Si? - sonreí falsamente intentando procesar que todo el mundo sabe de mi vida amorosa y que recién me estoy enterando.

Pero no sé por qué no me di cuenta antes, si al fin al cabo los jodidos paparazzis estaban en cualquier lado. Pero, ¿Por qué Donald no me lo dijo? O mejor dicho ¿Vincent y Jules sabrán que salieron en las noticias principales de Norteamérica?



Las flechas de CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora