22. K!ll my name for some fame

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Claro que no terminé teniendo sexo con Amadis, probablemente hubiéramos tenido una noche increíble si la llamada de mi mamá no nos hubiese interrumpido. Al principio el celular sonó una vez, luego dos y a la tercera tuve que frenar todo. La voz de ella mostraba un tono entre enojado y confundido, porque "Alguien quería hablar conmigo urgentemente"
Lo que no esperaba bajo ningún término era llegar y encontrarme con la única persona que no quería ver nunca más. Ed, Edward.

-¿Que haces aquí? - intercale la mirada entre él y mi mamá.

- Vine porque necesito hablar contigo, perdón que sea tan tarde, mi vuelo aterrizó hace menos de dos horas.

- Si era tan urgente, ¿No podías llamarme o enviarme un mensaje? - me di cuenta que la gravedad de mi voz se debía a la sorpresa y al enojo. Él también se dió cuenta. Lamentablemente me conocía demasiado bien - no entiendo el pretexto de venir hasta Australia, hasta la casa de mi madre.

- Pearl, créeme, si no fuera urgente no hubiera venido hasta aquí.

Suspiré con pesadez, mi mamá comprendió que era mejor dejarnos solos, tomó un abrigo y las llaves.

- Como sea, de todos modos estaba a punto de salir.

La puerta de entrada nos anuncio que ya estábamos solos.

-¿Qué quieres? Estoy intentando ser de lo más amable contigo, pero no sabes las ganas incontenibles que tengo de romperte la nariz ahora mismo.

- Seré franco, imagino que conoces a Blue, porque sé que la conoces.

- ¿Te refieres a la perra que quiere robarme mi carrera y oh, además la mujer con la que me engañaste? Si, por supuesto.

- Deja el sarcasmo, es importante, estamos en problema. Tú y yo.

-¿Que hiciste, la embarazaste?

- Consiguió unas fotos nuestras - titubeó al decirlo - privadas. Y desde hace unas semanas me está manipulando con que va a compartirlas, está iracunda, Pearl, no sé que hiciste pero la cosa es contigo.

No supe cómo reaccionar, mejor dicho no quise reaccionar.

-¿Que tan privadas, Edward?

Me dió ESA mirada y lo comprendí completamente. Muy privadas, lo suficiente como para que destruya la poca reputación que nos quedaba.

-¿De dónde sacó esa fotos? - mi paciencia se fue agotando.

- De mi computadora, ¿Ok? Fue muy astuta y mientras yo me estaba bañando entró, descifró mi contraseña y las encontró en..- hizo un silencio, pensando en si seguir o no - en una carpeta que tenía.

-¿Por qué mierda tienes una carpeta con fotos nuestras ahí?

- ¿Crees que fue fácil para mí dejarte? - se pregunto exasperado - necesitaba tener algo para recordarte.

- Que romántico.

- Como sea, Pearl, nuestra separación ya arruinó demasiado mi estatus actoral, toda la gente me odió por semanas, ¿Acaso leíste Twitter? Imagínate si tan solo Blue filtrara esas fotos, por supuesto que creerán que yo las filtre y seré nuevamente el villano de esta película. Quiero seguir siendo actor, no quiero vivir de las polémicas.

Odiaba aceptarlo pero tenía un buen punto, y si bien una pequeña parte de la culpa era de él por darle la confianza a una manipuladora como lo es Blue, yo había empezado todo desde el momento que le pedí a Donald que la sacaran de la que era mi película.

- Intentaré solucionar las cosas, lo prometo - respiró con tranquilidad, yo lo miré mal - que conste que no lo hago por ti, lo hago por mi, no desearía que entre toda esta paz salgan fotos mías teniendo relaciones con mi ex.

Y como si fueran pocos mis problemas, ahora tenía que ocuparme de convencer, no sé de qué manera, a Blue de que no comparta esas fotos a la redes sociales.

Las flechas de CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora