Capítulo 18

6.2K 480 76
                                    

Narra Jade.

La nube negra nos cubrió dejándome con la visión de Peter cayendo al suelo, y la mirada de terror de Felix y Mike, algo en mí se rompió, no quería lastimarlos, no quiero hacerlo pero una parte de mi renació y solo quiere venganza y la va a cumplir sin importar nada, por eso mismo acepte el trato de Sombra, y los tratos e igual que las promesas no se rompen, se cumplen.

Así que lo hecho, hecho esta.

— Mi señora — Hablo Rae, fue la primera chica que Sombra trajo, una chica fuerte y con personalidad, rápidamente se volvió mi mano derecha — ¿Se encuentra bien? — Pregunto preocupada, negué mirando al suelo, siendo honesta necesito una amiga no un soldado.

— Es raro, nunca creía que lanzaría esa flecha, nunca creí que podría — Mire mi ballesta con cierto temor — Lastimar a alguien es raro.

— ¿Raro? ¿En qué sentido? — Pregunto confundida.

— Nunca crees tener el poder de hacerlo y al final es tan sencillo — Conteste — Es tan fácil convertirse en un monstruo.

— No es un monstruo, él la lastimo, se lo merecía — Coloco su mano en mi hombro en forma de apoyo.

— Se lo merecía — Repetí mirando a la nada — Aún no soy un monstruo, aún me falta — Mire a Rae — ¿Cómo va el campamento? — Pregunte volviendo a una actitud fría.

— Las chicas ya armaron sus tiendas, y ordene algunas que hicieran guardia por los alrededores, nadie va a poder entrar aquí sin recibir una flecha en la cabeza eso se lo aseguro.

— Bien hecho — La felicite, Rae asintió sonriendo y se retiró, mire a mi alrededor observando a todas las cazadoras, todas seguían siendo unas niñas, no deberían estar aquí, me pregunto que les habrá dicho Sombra para convencerlas.

Hablando del demonio, tengo cosas que aclarar con él, Desaparecí del campamento para transportarme a la Roca Calavera, Sombra en su versión humana estaba ahí, sonrió cuando me vio y lentamente se acercó a mí.

— ¿Cuéntame cómo estuvo el espectáculo? Lo siento si me lo perdí — Se rió, me cruce de brazos mirándolo sería — ¿Qué? ¿Qué es exactamente lo que te molesta? — Pregunto rodando los ojos.

— No le has contando a Pan de nuestro acuerdo — Fruncí el ceño — Tenemos un trato.

— El trato sigue en pie, cariño — Aseguro — Solo no he tenido tiempo de hablar con Pan, no olvides que estuvo toda la noche buscando a tus niñas — Se excusó — Pero tienes que admitir que es más divertido así, si lo hubiera sabido, su cara de sorpresa no hubiera sido tan satisfactoria.

— En eso no te equivocas, su rostro sorprendido fue muy satisfactoria, no se lo podía creer, él nunca creyó que sería yo la que le dispararía — Sonreí levemente — Él ya sabe de lo que soy capaz pero aun así tienes que decirle.

— Querida, ve le el lado bueno, si pierdes Pan no tendría idea de que hacer contigo — Lo mire mal, Sombra rodó los ojos — ¡Oh, Vamos Preciosa! — Se inclinó sobre mí quedando su rostro a centímetros del mío — Solo quiero protegerte, Pan llevas años usando magia, Y tú apenas un día, Pan es un demonio sangriento — Acarició mi barbilla haciendo énfasis en demonio sangriento — Te destruiría tan rápido, que no tendrías ni tiempo de decir maldición.

— Se cuidarme sola, gracias.

— Eres tan terca, eso me gusta un poco — Besó mi mejilla — Hablaré con Pan — Se alejó sonriendo.

— Te lo agradecería, bueno me tengo que ir — Sombra agarro mi brazo antes de que pudiera hacer algo.

— Jade, Pan ahora te considera un enemigo, si fuera tú me mantendría alejada de él — Me advirtió.

— Lo sé, Sombra — Sonreí de lado — No tienes que decirme lo obvio.

Me envolví en mi nube negra trasladándome hacia la playa, me senté en la fría arena, mire el cielo azul sin ninguna nube, el mar tranquilo y sereno, casi parecía un sueño de esos que sientes que va a llegar un príncipe o un caballero, riéndome me recosté sobre la arena.

— Debería entender que los cuento de hadas no existen — Murmure para mí misma.

— Tú no debiste haberte metido en mi camino — Gruño la persona que menos deseaba ver en estos momento, rápidamente me levante.

— Pan, que sorpresa no creí que te vería por lo menos no hoy — Le sonreí acercándome hasta quedar frente suyo — Creí que no te vería por unos días por lo de tu pierna, tú sabes que te disparen una flecha que quema al contacto debe ser tan horrible — Hice un puchero fingiendo lastima. Pan me agarro fuertemente de los brazos pegándome a su pecha, su rostro quedo a unos centímetros del mío, lo mire fijamente a los ojos sonriendo.

— Escúchame bien Jade Jones — Peter hablo lentamente — No sé qué que estúpido jueguito estás jugando pero será mejor que te detengas ahora mismo, si sabes lo que te conviene ¿Entiendes? — Ladee mi cabeza y reí sin ganas.

— Y si no quiero parar, que harás ¿Lanzarme a las sirenas? ¿Vas a matarme, Pan? — Arquee una ceja sonriendo con sorna. Él rió llevando su mano derecha directo hacia mi cabello enredando sus dedos, acercó su rostro a mi oreja rozando sus labios en el proceso.

— Te encerrare en el agujero más oscuro de la isla, donde añoraras la luz del sol — Susurro en mi oído. Sentí mi cuerpo estremecerse con su simple roce, odiaba el poder que tenía en mí.

— Mi única visita serías tú ¿No? — Lleve mi mano a su cuello acariciándolo — No podrías estar sin verme, no aguantarías mucho.

— Cambiaste — Me reprocho, como si yo hubiera deseado cambiar.

— Lo sé — Tome su rostro y lo bese, sin importa nada, olvidando que me había hecho daño, que le había hecho daño, solo quería besarlo, por lo menos una vez.

Peter me tomo de la cintura atrayéndome más a él, mis manos fueron directo a su cabello, desordenándolo y acariciándolo, de un salto enrolle mis piernas en la cadera de Peter, seguí el vaivén de nuestros labios, sentí mi corazón latir desesperado, mi mente nublada, y la magnífica sensación de estar besando a Peter Pan, sus manos acariciaron mis piernas suavemente.

La calidad sensación de tener el cuerpo de Peter junto al mío, como con cada roce se estremecían al mismo tiempo, mis manos no se despegaban del sorprendente sedoso cabello de Peter, entre sus brazos había conocido el paraíso.

Mis pulmones gritaban por un poco oxígeno, pero mis labios se negaban a separarse de los de Peter, de un golpe Pan me soltó y me tiro al suelo, lo mire con la respiración agitada, sus labios se encontraban rojos e hinchados y su cabello hecho un desastre.

— No vuelvas hacer eso nunca más en tu patética vida — Me ordeno con la voz agitada — ¡No voy a caer en tus juegos, Jade! — Me grito furioso.

— Peter — Antes que pudiera decir otra cosa, Peter desapareció en una nube verde, me acosté en la arena y me hice un ovillo, quién diría que un simple beso, se sentiría tan bien y la vez tan mal.

Lleve mi manos a mis labios, aun podía sentir los labios de Peter, En sus brazos me llevo al paraíso.

Pero volví al infierno.

El problema de estar en el infierno con él, es que yo me sentí como en el cielo. 

Just Me! [Robbie Kay/ Peter Pan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora