Capítulo 24

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Era de noche, todos los chicos habían logrado descansar, hacía una semana desde que First y Khaotung habían desaparecido sin dejar rastro, por lo que solo podían seguir adelante, imaginándose lo peor, quizás, con un poco de suerte, se los encontraban algún día de nuevo. Habían estado discutiendo continuamente los primeros días, algunos de los chicos mantenían en sus mentes que debían seguir buscándolos, que no podían dejarlos morir solos, otros decían que era prácticamente imposible que siguieran con vida después de días sin comer ni nada.

Todos estaban en sus habitaciones, estaban tan en su mundo de los sueños que no pudieron percatarse de la gran horda que se acercaba hacia ellos. Fiat había subido a dormir a la última planta con Ohm y Nanon, ya que le habían terminado pidiendo que subiera a descansar con sus compañeros y en el fondo no le quedó otra que aceptar. Ahora todos tenían una habitación donde descansar y la sala principal quedaba sola durante toda la noche, complicando que los chicos pudieran escuchar si algo sucedía fuera.

Aquella noche, los mayores del grupo se habían quedado hasta tarde en el comedor, habían abierto una de las botellas de vino que habían encontrado en el almacén de la cocina y estuvieron hasta altas horas de la madrugada bebiendo y hablando, la puerta de la casa estuvo abierta toda la noche para poder dejar que el aire circulara por el lugar y evitar que, por la mañana, el olor a alcohol fuera lo único que pudiera notarse en el salón. Sin darse cuenta, todos subieron a descansar, dejando la puerta completamente abierta, cosa que permitió que, algunos de los caminantes de la horda, pudieran entrar en el lugar sin hacer mucho ruido.

La puerta de la habitación de los cuatro chicos más pequeños estaba completamente abierta, no acostumbraban a cerrarla, por lo que fue el primer lugar donde uno de los caminantes que había entrado logró encontrar. Se movió torpemente por la pequeña habitación hasta que encontró algo en su camino, sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre el chico que dormía en la cama, provocando que este gritara al notar la mordida, despertando a los chicos que dormían con él. Fourth encendió la luz rápidamente y todos empezaron a gritar cuando se percataron de lo que había sucedido, las luces de la casa se fueron encendiendo y los chicos de las plantas superiores empezaron a bajar hacia la primera planta.

Se escuchaban disparos, Joss y Foei intentaban acabar con los caminantes que subían por las escaleras, pero el ruido solo hacía que la entrada estuviera colapsada por el gran nombre de monstruos que entraban o intentaban hacerlo. Gemini tiró del brazo de Satang, el cual no podía dejar de ver el cuerpo de Winny en la cama, la cual se encontraba completamente manchada de sangre, el cuerpo sin vida de su amigo mantenía encima el caminante que le había mordido hasta terminar con él, debían salir antes de que este terminara y se girara contra ellos. Cerraron la puerta cuando todos estuvieron fuera y en ese momento Satang cayó de rodillas al suelo, golpeaba la puerta, sus amigos intentaban levantarlo sin mucho éxito.

Ohm se acercó rápidamente al verlo y los ayudó a levantar al chico del suelo, Chimon se unió a ellos para hacer lo mismo, quedándose el último mientras esperaba a que no quedara nadie en la planta en la que se encontraban. La puerta de fuera estaba completamente inaccesible, por lo que debían encontrar la forma de salir del lugar que no fuera por ahí y debían hacerlo rápido. Jane llamó la atención de las personas que había allí y pidió que cogieran el máximo de sábanas que pudieran, deberían salir por arriba si querían poder salir de esta.

Joss le dio el arma cargada a Papang, el cual se quedó en la planta principal junto a Foei intentando acabar con el máximo número de infectados que empezaban a entrar dentro del lugar, buscaban la forma de darles tiempo a sus compañeros para poder salir de allí, ellos ya correrían después hacia la salida. Chimon y Mond se habían quedado en la primera planta intentando terminar con los caminantes que habían logrado llegar hasta ese lugar antes de que los dos mayores hubieran alcanzado la puerta de entrada e intentaran detenerlos.

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