Dos cuerpos, un deseo || COMPLETA

¿Qué son?

Mientras Gia dibujaba uno de los tantos planos que debía diseñar para DBA Technology, su mente divagaba en la conversación que había tenido a solas con Aaron antes de regresar a su apartamento.

— ¿Qué está pasando entre tú y Alexander? — preguntó cuando Sarah salió de la habitación.

Al ser una conversación de la que Gia no estaba segura, era mejor hablarlo con el más sensato de los tres. Cuando tuviera una respuesta real, lo hablaría con los dos.

— ¿Por qué?

— No sé, se han vuelto demasiado cercanos. Generalmente después del primer polvo, los desechas — Gia rio, provocando que Aaron también riera — Sabes que no te voy a molestar ni a reprochar nada, es tu vida, después de todo. Solo que quiero saber si te interesa como algo más que un amante.

— No lo sé, aún no ha pasado tanto tiempo…

— Pero ya te causa algo más que una simple atracción física, ¿Verdad? — luego de pensarlo unos segundos, asintió en silencio — Gia, no soy nadie para entrometerme en tus asuntos; sin embargo, quiero que me respondas lo que te voy a preguntar, con la verdad.

— ¿Qué es?

— Marco… ¿Ya lo superaste?

— Sabes que…

— No me refiero a superar su relación, me refiero a si superaste su muerte.

La conversación quedó ahí, ya que Sarah entró en la habitación en ese momento; y Gia, queriendo evitar la mirada inquisidora de Aaron, salió del apartamento rápidamente.

Era cierto que las pesadillas sobre aquel día se estaban volviendo menos constantes, pero aún rondaban sus noches.

— Señorita Evans... — llamó Julia a la puerta, regresándola a la realidad.

— Adelante.

— La reunión con el representante de DBA empieza en cinco minutos.

Durante el tiempo que ella no se comunicó con Alex, él envió a un delegado para que atendiera todo lo relacionado con el proyecto. Casualmente, el delegado era Daniel.

— En un momento estoy allá.

Daniel, al igual que Alexander, era un profesional de primera. Sabía separar los asuntos personales de lo laboral.

— Entonces, las obras están programadas para iniciar en febrero, ¿Correcto? — Gia asintió.

Se trataba de una reunión mensual, con el fin de observar los avances del proyecto, y en ese momento estaban revisando los planos que ya estaban listos.

— Si lo prefieren, podemos adelantar las obras de estos planos para el mes que viene.

— ¿No es demasiado trabajo?

—En absoluto. El estudio de tierras ya se hizo, y todo salió perfecto. Además, estos planos ya están terminados en su totalidad. De ese modo, podrían adelantar la inauguración de dichas sucursales.

— Siendo así, me parece perfecto — ambos se pusieron de pie, y con un apretón de manos, dieron por finalizada esa reunión. Y sin una conversación demasiado larga, Daniel se marchó.

— ¿Así que el próximo mes?

Alex estaba preparando su maleta, ya que su vuelo a casa salía temprano en la mañana, todo mientras hablaba por teléfono con su amigo.

— Así es. Según el pronóstico, antes del segundo trimestre del año entrante, tendríamos las primeras dos sucursales listas para inaugurar.

— ¿Tan pronto?

— Tu chica es bastante eficiente, mi estimado amigo — Alex sonrió al escuchar la forma de decirle a Gia, aunque luego recordó que realmente, no era su chica.

— No es mi chica, Daniel — el hombre rodó los ojos. Cuando se lo proponía, su amigo podía llegar a ser muy cabeza dura.

— O sea, corrígeme si me equivoco. Fuiste su único apoyo durante la muerte de su madre, te encantó desde la primera vez que la vimos, la invitaste al desfile de tu mejor amiga, irás con ella a la fiesta de Sarah; sin hablar de quién sabe cuántas veces han follado. Aún así, ¿Me dices que son solamente compañeros de cama casuales? Dios mío, Alexander. A veces pongo en duda tu gran coeficiente.

Alex no supo cómo responder, y eso que a Daniel se le pasó comentar la pequeña escena de celos que Alex hizo en la fiesta posterior al desfile; además de que, tampoco tenía idea de la molestia que había sentido en su estómago y pecho al ver tan destruida a Gia, ni su repentino cambio de humor luego de verla tan apegada a aquel chico de la fotografía o al mismo Aaron.

— No es eso. Es solo que…

— Ninguno de los dos lo ha hablado. Es normal, llevan apenas un mes de lo que sea que hagan o sean. Pero seamos honestos, Dubois. Para empezar, no caes tan fácilmente ante nadie; sin embargo, ella te atrajo desde que la viste entrar esa noche. Segundo, la última vez que follaste fue hace como medio año, y a la mujer víctima de tus encantos, no la volviste a ver luego de aquello. Siempre habías sido así, un acostón y ya está. Pero mírate ahora, tan pendiente de ella y…

— Es suficiente.

— No, no lo es. Estás cayendo en las garras de esa linda italiana y no te das cuenta.

— Me doy cuenta, te lo aseguro.

— ¿En serio? ¿O es que te da miedo no haber superado a Evangeline todavía?

La línea de quedó muda; sin esperar más, Alex colgó, lanzándose sobre la cama, perdido en sus pensamientos.

— Lo sabía — susurró Daniel, preocupado por su amigo.