Medusa y Poseidón.

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El apartamento de Aaron había sido prácticamente remodelado, todo para la fiesta de cumpleaños en honor a Sarah.

- ¿Estás segura de que no eres la encarnación de Afrodita? - preguntó el hombre, luego de verla salir del cuarto de baño.

Tenía una falda larga y suelta hecha de seda blanca, con una abertura en su pierna izquierda, que dejaba ver sus sandalias de tacón en color dorado; al igual que la cadena alrededor de su cintura, los brazaletes a lo largo de sus brazos y el tocado en su cabello medio suelto. Su top era un triángulo atado a su cuello y espalda, del mismo material de la falda.

Lucía realmente encantadora.

- Por supuesto que lo soy, y tú eres Ares... con la pierna rota - Ambos rieron.







Las personas ya estaban llegando a la fiesta, todos disfrazados de algún personaje de la mitología griega o simplemente de acuerdo con la temática. Obviamente, Gia, Alex, Juliette y Daniel habían sido los primeros en llegar, con la intención de ayudar a recibir a los invitados.

Juliette y Daniel estaban disfrazados de Zeus y Hera. Ambos tenían el típico traje blanco, pero ella tenía un velo sobre su cabeza, en representación a la diosa; mientras que, el hombre tenía un rayo en su mano.

Por supuesto, Gia y Alex iban de la misma manera. Ella con un tocado de serpientes doradas en su cabello ondulado, y él con el clásico tridente.







Posteriormente a la llegada de todos, se deseó el feliz cumpleaños a Afrodita y, luego de que se repartiera un pedazo de pastel bañado en vino, la verdadera fiesta empezó.

- No sé quién se ve mejor esta noche. La más hermosa Afrodita, o la bella y seductora Medusa - halagó Aaron a su amiga.

Alexander estaba bailando con Juliette, y Daniel con Sarah, por lo que estaban los dos solos en la mesa.

- Afrodita siempre será la Diosa más hermosa del Olimpo - respondió Gia, observando con una sonrisa a su amiga.

Estaba espléndida, no solo físicamente; también en sus ojos y sonrisa, tan alegres como lo era ella.

- ¿Sabes? Cuando Sarah me dijo la temática de la fiesta, creí firmemente que te disfrazarías de Atenea - sonrió. Probablemente también lo llegó a pensar.

- ¿En serio? Si el disfraz no fuese en combinación con Alex, seguramente lo habría sido.

- Lo supuse. No niego que tengas ese aire seductor que caracteriza a Medusa, pero los dos sabemos que podrías ser la Diosa de la sabiduría y la guerra sin siquiera esforzarte.

- No sé si sea realmente un halago, pero gracias - el hombre rio.

En cuanto la canción acabó, las dos parejas de baile llegaron a la mesa en donde estaban sentados. Por obvias razones, Aaron no podía bailar, así que entre todos se turnaban para acompañarlo.

- Lo siento por ustedes, pero me llevaré a Gia para esta canción - Aaron rio, dejándola ir.

Por alguna razón, aquel par lucía diferente, como si ya hubiesen hablado de lo que tanto los molestaba. Viéndolos una vez más, parecían una verdadera pareja.




God is a woman de Ariana Grande había empezado a sonar, y Alex creía que no había una mejor canción sobre lo que sentía por Gia en ese instante.

- Oh, Medusa. ¿Qué has hecho con esta pobre alma? ¿Qué me has hecho para sentirme así? - habló de manera sublime, imitando el estilo de los diálogos de los textos antiguos. Gia rio, intentando seguir la conversación.


You, you love it how I move you


You love it how I touch you


- ¿Sentirte cómo, poderosísimo Poseidón?

- Hechizado, hipnotizado, embrujado por ti y por tus ojos - susurró, acariciando suavemente la mejilla de Gia.


My one, when all is said and done


You'll believe God is a woman


- Ese es el efecto que tengo en los hombres. Dioses o mortales, al final todos caen.

- Gia, no estoy bromeando - y su mirada lo confirmaba. No estaba bromeando ni jugando al decirle aquello - Te lo juro, jamás había tenido que esforzarme tanto en conseguir a una mujer - Gia elevó su ceja.

- Qué arrogante, Dubois.

- En serio. Generalmente las mujeres son las que se acercan a mí... pero contigo, fue todo lo contrario.

- Lo siento, no soy de socializar demasiado - Alex asintió.

- Ya lo noté. Si no me hubiese acercado, o si no te hubiese invitado a bailar, no estaríamos teniendo esta conversación.

Dos cuerpos, un deseo || COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora