Gemini - Kaien CruzSiendo un poco más de las once de la noche, el after party había iniciado.
El salón apagó las grandes luces color ámbar, que iluminaron la mayor parte de la velada, y al mismo tiempo, encendieron diferentes y pequeñas luces de colores, dándole al lugar un aspecto similar al de una discoteca.
Dentro de este, estaba menos de la mitad de los invitados del evento, todos con ropa más festiva y cómoda que la anterior. Se hallaban socializando más informalmente, mientras bailaban y bebían, y algunos, incluso fumaban en el balcón. Efectivamente, la reunión había sido transformada, y en su gran mayoría, eran jóvenes los que se encontraban disfrutando del ambiente.
- ¿Dónde está Juliette? - preguntó Alex en voz alta, intentando que su amigo lo escuchara por encima de la música.
- Se quedó en su apartamento, te envía sus disculpas - Daniel respondió, de la misma manera - ¡Hey! El negro te queda - mencionó, viéndolo de arriba a abajo.
Ninguno de los dos traía su anterior traje puesto y, a pesar de que Alex estaba completamente de negro antes de ir a su hogar, no se veía tan bien como en ese momento.
Su vestuario se mantenía del mismo color en su totalidad, pero ya no tenía corbata ni abrigo. Los dos primeros botones de la camisa estaban desabrochados, las mangas estaban elevadas hasta la mitad de sus antebrazos, y su cabello estaba un poco desordenado, así que tenía un aspecto mucho más juvenil y atractivo.
- ¿Vamos por un trago? - evadió el halago con la pregunta y, gracias a que Daniel estaba observando el animado panorama, lo olvidó.
- Claro.
Gia se encontraba en una de las mesas del lugar, esperando a que sus dos amigos llegaran de la pista de baile, mientras bebía su cuarto cóctel de la noche. Aunque, dudaba que ese momento llegara.
No es que fuese amargada o poco atractiva para los demás, todo lo contrario, pero la mayoría de personas habían ido con sus amigos o pareja, así que, no había muchas personas libres para bailar o entablar una conversación.
- Debí haberme quedado en mi cama - suspiró aburrida, sacudiendo su vaso, sin nada más que pequeños hielos. Con calma, se dirigió hasta la barra, con la esperanza de entretenerse, aunque fuese bebiendo sola.
Cuando llegó, solo había una silla disponible en toda la extensión. Al lado izquierdo, estaba una pareja besándose y toqueteándose sin pudor; y a su derecha, estaban nada más y nada menos que el vicepresidente y el presidente de DBA, bebiendo y charlando despreocupadamente.
- ¿Qué desea? - preguntó el bartender, al verla sentarse. Ella no se inmutó por las personas a su lado, ni ellos la notaron.
- Un Martini seco, por favor - respondió.
Daniel logró escuchar la indiferente voz a su espalda y detuvo automáticamente su conversación con Alex, dando media vuelta para verla.
- ¡Señorita Gia! - saludó sorprendido. Inicialmente, creía que lo había rechazado porque se había ido a su casa, pero ahora la tenía en frente, mirándolo sin una pizca de emoción en su rostro.
- Nos volvemos a ver - respondió tranquila. Alex se mantenía en silencio, observándolos. Quería esperar y ver hasta dónde llegaría la desfachatez de su amigo para dejarlo a mitad de una charla, solo para coquetear con una mujer.
- Me sorprende verla, creí que se había ido temprano.
- ¿Por qué?
- Porque me rechazó - en ese momento Gia cambió ligeramente su expresión, y sonrió - se ve muy bella - añadió escaneando rápidamente su ropa.
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Dos cuerpos, un deseo || COMPLETA
RomancePolos opuestos se atraen... Pero, ¿Qué sucede si dos polos iguales se acercan demasiado? Poder, dinero, belleza, inteligencia... Cosas que cualquier persona desearía tener, y que a ellos les sobraba. Podían con todo, pero había una sola cosa que pod...