- ¿Cuánto tiempo ha pasado? - Preguntó Evelyn a Marian. Estaba asomada a un ventanal de palacio, observando la entrada principal y la carretera, que se veía bastante lejana, por la que los reyes habían marchado tiempo atrás.
- Veinticinco minutos. Ya queda poco.
- No puedo esperar más, me va a dar algo de los nervios.
- Relájate, no puede pasar nada, si fuesen a volver ya lo habrían hecho.
Marian tenía razón, y Evelyn lo sabía; aún así, no podía evitar sentir un nudo en la boca del estómago a causa de los nervios y tener el corazón latiéndole a mil por hora. Pero era lo que le había dicho Kristian que hiciese, y lo mínimo que podía hacer era hacerle caso en aquello.
Ella ya estaba preparada, llevaba un vestido de manga larga y de color beige. De una tela más recia que los que se había puesto al principio de su llegada a palacio. También sujetaba un abrigo oscuro con el interior forrado en pelo y dos guantes, por si hacía demasiado frío.
Kristian le había contado el plan la noche anterior, justo después de darle la noticia. Él le había prometido que se encargaría de todo y que estaría preparado para ir a Iretia en cuanto sus padres abandonasen el palacio. Y ella le creía.
Aunque, también había dicho que debían esperarse media hora antes de salir, por si a los reyes se les olvidaba algo y debían regresar de imprevisto. Y era aquella espera lo que estaba matando a Evelyn.
- No han aparecido en estos veinticinco minutos, no lo harán ahora, ¿Verdad?
- Veintisiete minutos. - Corrigió Marian con una sonrisa. Le alegraba mucho que el príncipe hubiese tenido aquella iniciativa, hacía demasiado tiempo que no veía a Evelyn tan feliz.
- Vale, ya queda poco.
- Sí. ¿Estás emocionada? Vas a poder ver a tu familia después de mucho tiempo.
- Sí. - Evelyn apartó los ojos del ventanal, solamente para dedicarle a Marian una sonrisa y mirada de agradecimiento. Aquella chica le había ayudado en demasiadas ocasiones desde que había entrado a palacio. - Estoy tan feliz que no parece real.
- Pero lo es. Así que... disfruta, todo lo que puedas.
Evelyn dejó de prestarle atención al exterior por completo y corrió a abrazar a su amiga.
- Gracias.
- No tienes que darlas. - Marian se separó con una amplia sonrisa dibujada en el rostro. - Por cierto, no sé si te interesará saberlo, pero ya ha pasado media hora. ¿Dónde te espera el príncipe?
- En los establos. No queremos salir por la puerta principal, por si nos ve alguien... indeseado.
El plan que tenían trazado solo lo sabían Marian, el cámara de Evelyn y un guardia de palacio, que los iba a llevar a Iretia y luego volvería a por ellos, para traerlos de vuelta a palacio. Cualquier otra persona que descubriese sus intenciones los pondría en peligro, pues podría acabar diciéndoselo al rey. A ojos del resto del mundo, se habían resfriado en una cita que habían tenido y necesitaban descansar.
- Estaré pendiente estos días, nadie sabrá de vuestra salida. Ve, y disfruta todo lo que puedas antes de regresar.
Con un último abrazo, Marian se despidió de la seleccionada antes de verla desaparecer rápida y sigilosamente.
- ¿Estás preparada? - Preguntó Kristian en voz baja nada más ver a Evelyn aparecer.
El corazón le latía a mil por hora, era la primera vez que iba a hacer algo a espaldas de su padre. Se iba a fugar del palacio, iba a desaparecer por más de un día. Estaba a punto de desobedecer a su padre como nunca lo había hecho, y estaba... realmente emocionado. No volvería a comportarse como el rey, no volvería a seguir sus órdenes, y aquel iba a ser el primer movimiento para lograrlo.
- Completamente preparada, alteza.
- Genial. Pues vámonos.
No perdieron más tiempo, pues Kristian ya lo tenía todo preparado desde primera hora de la mañana. Un coche les esperaba en una de las entradas más camufladas de palacio, con el motor encendido.
El conductor era un hombre de mediana edad, con el pelo corto y canoso y la barba que tiene un hombre que se la deja crecer durante pocos días. Contaba con una expresión severa y tenía una gran cicatriz que le surcaba la cara desde la mitad de la frente hasta el lóbulo de la oreja derecha.
Hablaba con el príncipe igual que si fuese uno de sus hijos, y saltaba a la vista que Kristian le tenía un respeto superior.
- Egil lleva trabajando en palacio desde que recuerdo. - Le explicó Kristian a la seleccionada cuando ya estaban en marcha. - Él fue el que nos enseñó a mi hermano y a mí la mayoría de cosas que sabemos.
- Egil... Es un nombre poco común.
- No nací aquí, señorita. Soy de los países del norte. - Explicó el guardia sin apartar los ojos de la carretera. Aunque Evelyn ya entreveía lo intensa que era su mirada.
Aquello explicaba sus rasgos fuertes y marcados, y la severidad en su gesto. A parte, la respuesta solo le generó a Evelyn más curiosidad acerca de cómo había acabado sirviendo a la familia real de Xirian. Y, aunque tuvieron tiempo de sobra para hablar en el viaje, no se atrevió a preguntarle sobre su vida.
- Estoy... bastante nervioso, ahora que estamos más cerca de llegar. - Confesó Kristian con una tímida sonrisa cuando ya llevaban varias horas viajando.
No tenían pensado hacer ninguna parada, por lo que ya les quedaba poco para llegar a Iretia. Y la emoción crecía en el interior de la joven, deseando llegar cuanto antes.
- No lo estéis, alteza, los reyes no regresarán hasta pasado mañana a primera hora. No nos descubrirán.
- No lo decía por eso. Lo decía... Por tus hermanos. - Fue inevitable para Kristian bajar el tono de voz a medida que decía aquello. Solo conoció a la familia de Evelyn en el baile que se hizo en honor a las chicas que habían llegado a la Élite, cuando su madre aún vivía. Y aquello había sido hacía meses.
Evelyn esbozó una hermosa sonrisa. Le hacía gracia ver al príncipe del reino nervioso por encontrarse con unos simples plebeyos, nervioso por volver a ver a sus hermanos. Ensanchó la sonrisa y sintió ganas de abrazarle.
- No os preocupéis, alteza. Mis hermanos os adoran.
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La Corona
RomanceCinco son las seleccionadas que quedan. A estas alturas, Evelyn podría llegar a pensar que tiene posibilidades de ser una de las dos ganadoras. ¿Se hará con la corona de Xirian? ¿O tendrá el destino otros planes? *Basada en las historias de Kiera C...