XXII

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- ¿Y Caspian? - Preguntó Evelyn un rato después.

     Habían terminado de saludarse y Kaira, Sven y Evelyn habían puesto la mesa para la comida mientras Elyan se daba una rápida ducha. Ahora, esperaban a que el hermano mayor sirviese un plato de sopa a cada uno.

- En su casa. - Respondió Elyan ofreciéndole a su hermano el primer cuenco.

- Pensaba que ibais a vivir juntos, después de lo de mamá...

- Caspian y Annie no pueden encargarse de cuatro personas. - Explicó Elyan, dándole un cuenco a Kaira.

- ¿Cuatro..?

- Annie va a tener un bebé. - Respondió Kaira emocionada.

- ¿Annie está embarazada? - La noticio no llegó a sorprender a Evelyn. De hecho, sus hermanos habían tardado demasiado en tener el primer hijo después de haberse casado. Pero sí llegó a molestarle ligeramente.

     Le molestaba haber estado tan lejos de su familia. Descubrir que su hermano mayor iba a ser padre fue un golpe de realidad. Se dio cuenta de lo que significaba haber estado tantos meses fuera de casa, de la cantidad de cosas que se había perdido.

- Lo confirmaron hace unas semanas. - Explicó Elyan, ofreciéndole a Evelyn un cuenco de sopa. - Toma.

- Siento mucho que no podamos ofrecerle... otra comida, alteza.

- Esto es más que suficiente, muchas gracias por aceptarme en vuestra casa. - Kristian aceptó el cuenco que Evelyn le ofrecía con una amplia sonrisa. Si bien no se había imaginado que fuese tan poca comida la que le iban a  servir, no iba a pedirles más ni se iba a quejar.

- Esto no se parece en nada al palacio. - Comentó Kaira. - Pero aquí estamos nosotros.

- Sí, estaba deseando volver a veros. - Confesó Kristian, dedicándole a la pequeña una sonrisa. Y no mentía, Kaira le había caído muy bien el día del baile, cuando estuvo cuidándola.

- Ojalá pudiésemos decir lo mismo, su real alteza. - Intervino Elyan. A pesar de estar sonriendo, todos los presentes captaron el sarcasmo en su voz.

- Si no hubiese sido por él, yo no estaría aquí, Elyan. - Comentó Evelyn con seriedad. Le debía a Kristian ese tiempo que podría pasar con su familia, ninguna seleccionada había podido tener esa oportunidad.

- ¿Evelyn... se va a quedar en casa para siempre ya? - Preguntó Sven en apenas un susurro a su hermano mayor.

- Aún no. - Respondió la seleccionada rápidamente. - Pero ya queda poco. Cuando acabe la Selección volveré a casa. Y solo quedan tres seleccionadas.

     Kristian quiso hablar. Quiso decir que tal vez, al acabar la Selección, ella no podría regresar a su hogar. Si al final ella era una de las dos seleccionadas elegidas... Él esperaba que así fuese, aunque tampoco podría obligarla...

- ¿Podremos ir a palacio de nuevo? - Quiso saber Kaira, volviendo a animar el ambiente.

- Puedo invitaros. - Respondió Kristian, manteniendo la sonrisa. Se estaba esforzando en caerle bien a los hermanos de Evelyn. No es que se sintiese obligado a hacerlo, sabía que a quien tenía que ganarse era a la propia Evelyn, aunque... si le caía bien a sus hermanos... Podría ganar puntos.

- ¡Qué bien! Yo quiero ir a palacio de nuevo. Y aprender a montar a caballo, cómo Evelyn.

- ¿Cómo sabéis..?

- ¿Acaso se te olvida? Retransmiten muchas cosas de la Selección por la tele. - Le respondió Elyan dejando escapar una corta risa y dándole un golpecito amistoso en la cabeza a su hermana.

- Qué vergüenza. Ya era suficiente con que me vieseis en las entrevistas.

- Hemos visto... Muchas cosas. - Susurró Sven.

     Evelyn supo al instante a qué se refería su hermano pequeño, y le dolió saber que habían visto cómo le daban latigazos. Quiso pensar que habrían apagado la tele o mandado a los más pequeños a otra habitación, para no verlo completo. Y se prometió no volver a darle sustos como aquel a su familia.

     La comida transcurrió sin ningún contratiempo. Los temas de conversación eran amenos y agradables y las risas predominaron en todo momento. Su madre no salió a la conversación en ningún momento, cosa que tenía sentido pues Elyan, Kaira y Sven ya habían estado viviendo meses en aquella casa sin su presencia.

     Sin embargo, el regresar a su hogar y ver que faltaba posiblemente el miembro más importante de su familia, fue un duro golpe para Evelyn. No quiso dar muestras de aquello al estar en frente de sus hermanos pequeños pero hubo de aguantarse las ganas de llorar que le surgían de vez en cuando, en los momentos en que todos los presentes se callaban o incluso cuando la conversación estaba más animada.

     Terminaron de comer, sin poder ofrecerle al príncipe algo de fruta como postre o algún dulce, y recogieron lo poco que habían puesto en medio. Kristian insistió en ayudar, pero Evelyn se lo impidió, alegando que un miembro de la realeza no tenía por qué hacer tareas de plebeyos. Él nunca fregaba los platos en palacio, no veía por qué debía hacerlo en su casa.

- Puedes jugar conmigo mientras. - Pidió Kaira con una amplia sonrisa.

- Bueno, yo...

     La joven Aberdeen no le dio tiempo al príncipe si quiera de poner una excusa, le sujetó de una de sus manos y tiró de él escaleras arriba.

     Curioso, Sven observó cómo se marchaban y le dedicó una mirada a los mellizos. Sus ojos lo decían todo.

- Puedes subir con ellos, Sven. - Le dijo Evelyn, dedicándole una amplia sonrisa. Ella también había echado muchísimo de menos a aquel pequeño que consideraba tan especial.

- No me gusta que se junten con él. - Comentó Elyan cuando Sven ya había desaparecido escaleras arriba.

- Kristian no les enseñará nada malo, ni correrán peligro estando con él. - Defendió Evelyn mientras guardaba los cuencos que habían utilizado en el pequeño mueble que había colgado sobre el fregadero.

- ¿Así que ahora es Kristian y no el príncipe?

- Sólo lo llamo por su nombre cuando no estoy en su presencia, para no confundirlo con su hermano.

- ¿Cuándo volverás a casa?

     Evelyn detuvo sus acciones al instante, inspirando profundamente. Mentiría si dijese que no le había dolido el tono de derrota en el que su hermano le había formulado aquella pregunta. Aunque... también mentiría si dijese que deseaba abandonar el palacio para siempre.

- Ya queda poco. Stefan elegirá a Azalea y... Entre Brielle y yo el príncipe la escogerá a ella.

- ¿Y si no lo hace? ¿Y si quiere... Que seas tú?

     La joven comenzó a negar lentamente con la cabeza y dejó escapar una risa corta y nerviosa justo antes de responder.

- Eso no ocurrirá. Además, no le caigo bien al rey.

     Aquello consiguió hacer recordar a Elyan los latigazos que había recibido su hermana, hacía meses ya. Eso pareció calmarle algo o, mejor dicho, acallar sus pensamientos. No quería dejarle un mal sabor de boca a su hermana, si no aprovechar hasta el último segundo que estuviesen juntos.


Holaaa!! Ya he empezado la universidad de nuevo, y este año tiene pinta de que no me van a dejar tiempo ni para respirar :(
Por eso, creo que no podré subir varios capítulos por día, aunque desde luego lo intentaré jejejeje
Gracias por leer y espero que os guste!!!

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