11- DESEO ANIMAL

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Había transcurrido una semana, Haewon se había adaptado a su nuevo nombre y la rubia no parecía incómoda con su presencia, pero seguía sin gustarle su nuevo cuarto.

Resopló mirando al techo sobre su cama. Aquel era el cuarto de huéspedes, el cual la rubia había modificado como un pequeño estudio. Había una repisa con libros y un escritorio, a parte del sofá cama y la mesita de noche no había nada mas que un plasma y un equipo de sonido y a un costado un espejo de cuerpo completo.

¿Por qué no podía dormir con ella?. Resopló por quinta vez. Le enojaba estar lejos de la rubia.

-Estúpida Jiwoo y sus estúpidas ideas

Se llevó la blusa a la nariz e inhaló, era de la rubia y aun desprendía su olor. Usar la ropa de la australiana era su consuelo, al menos con su aroma podía sentirla más cerca.

Un sonido en la puerta la hizo parar, el olor a vainilla se había intensificado, eso sólo significaba que la rubia estaba de regreso.

-Puedes pasar Lily

La puerta se abrió mostrando a la rubia, tenía una chaqueta blanca que le llegaba hasta las rodillas. Lily era delgada y mucho más alta que ella en su forma humana, pero tenía unas piernas que incluso para esa gata estaban de infarto y viendo a la australiana en aquel atuendo empezaba a acalorarse

-Hey Hae

-Lily...- Su voz sonó ronca ¿Es que no había bebido suficiente agua ya?

La rubia lo ignoró y dio paso al interior de la recámara. Esa semana había estado ocupada y no había tenido tiempo para la castaña y por alguna razón extraña no había dejado de pensar en su extraña inquilina.

-Esta semana he estado ocupada con los entrenamientos en la agencia y ni siquiera te pregunté cómo  lo llevas con el nuevo cuarto ¿Ya te has adaptado?

-Sinceramente... Lo odio- Arrugó la nariz con disgusto, haciendo reír a la rubia.

 Lo odio- Arrugó la nariz con disgusto, haciendo reír a la rubia

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Lily tomó asiento junto a ella en la cama y miró su alrededor.

-Tienes razón, es fatal, lo siento Hae, solía usarlo para bailar o leer, pero luego todo mi tiempo lo ocupó la agencia.

Haewon se encogió de hombros restándole importancia. Su atención se centró en la cercanía de la más alta y nuevamente en sus jodidas piernas. Tragó fuerte y se removió en su lugar intentando aliviar el malestar en cierta zona que empezaba a calentarse más de lo debido.

-Está bien, no es eso lo que odio

-¿No?¿Entonces qué te molesta?

-No poder dormir sobre ti- Explicó sin malicia aunque ese comentario no resultó igual de inocente para la rubia. Pero ni siquiera pudo hablar porque la castaña volvía a tomar la palabra- De gata me dejabas dormir sobre ti, ¿Qué diferencia hay ahora que soy humana?

Me enamoré de mi gata > HaeLyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora