35- SACANDO LAS GARRAS

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-¿Ay Lily, pero cómo se te ocurre?

La voz de su amiga era burlona y divertida. Había aprovechado que la castaña aun dormía para dar una vuelta por el hotel y hablar con Jiwoo. Estuvo casi una hora buscando el celular que había lanzado Haewon en el jardín y por suerte lo halló cerca de la piscina.

-¡Woo no ayudas, si la hubieses visto, quería asesinarme!

-¡Dios Lily, yo quiero asesinarte! ¿Cómo se te ocurre dejarla a medias para hablar con Jini?- La reprendió la psicóloga- ¡Es la cosa más estúpida que has hecho, esa chica estaba lista para que la follaras!

-¡Joder Jiwoo ya lo sé!- Gritó exasperada y se arrepintió al ver a un par de turistas mirarla raro- Lo siento- Se disculpó y siguió su camino a recepción- Son cosas del trabajo Kim- Continuó su conversación- Debía atenderle y...

-¡Era la 1 de la madrugada Morrow! ¿¡De qué carajos quería hablarte Yunjin que no pudiera decírtelo hoy a primera hora!?

Lily volvió a su suit cuando finalmente Jiwoo había dejado de regañarla. ¿Es que realmente hizo mal?. Si la psicóloga se había enojado con ella era porque enserio lo había jodido con Haewon.

Pensó en los labios de la castaña, lo suaves y apetecibles que eran y como soltaba leves gemidos con cada uno de sus toque.

Tómame.

Esa simple frase la había prendido como antorcha.

-Soy una idiota...

Golpeó su cabeza contra la puerta y gruñó. La cagaste Morrow. Suspiro antes de girar el picaporte, y al abrir la puerta uno de sus deportivos impactó en su frente haciéndola tambalear.

-¿¡Que mier...!?

-¿¿Dónde estaba Lily Jin!?

Lily se frotó el golpe de una zapatilla deportiva con los ojos ampliado, Haewon con una de sus camisas y el pelo revuelto la miraba con expresión psicópata. ¿Y ahora qué hice?

-Yo... ¡Aush!- Gritó cuando la segunda zapatilla golpeó en su entrepierna- ¡Puedes dejar de lanzar...!

Está vez lanzó una almohada, con indignación. Lo menos que quería era oír a la australiana.

-¡Cállate Lily, me mentiste, has dicho que sólo era tu asistente!- Sus ojos se llenaron de lágrimas.

A Lily se le partió el corazón ver a la pequeña coreana en ese estado. Cerró la puerta y caminó hasta ella con cautela.

-Hey Hae...- Se arrodilló frente a la coreana. La chica estaba en el borde de la cama con pequeños sollozos - Wonnie...

-Déjame Lily...

-Haewon, entre Jini y yo no ocurre nada.

- ¡Deja de mentirme!

-Pero Won, te estoy diciendo la...- Un par de sonidos en la puerta la hizo callar ¿Ahora qué?- dame un segundo Hae- Se puso de pie y caminó hasta la puerta- ¿Qué dem...?

-¡Hola Lils!

La rubia padeció al ver a la pelinegra frente a la puerta con un capuccino en la mano y una radiante sonrisa.

-¿Jini?

-Te traje un...- Y bastó con oír ese nombre para que la castaña se le aventara encima como animal rabioso.

-¡Aléjate de Lily!

-¿¡Pero qué...!?- Jini amplió los ojos al ver a la castaña furiosa sobre ella y su expresión se tensó al reconocerla- ¿¡Tú!?

Me enamoré de mi gata > HaeLyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora