40- LA BELLA DURMIENTE

330 67 52
                                    


-¡Hola chicas! ¿Cómo les fue en la...? ¿¡Dios mío, qué les pasó!?

Lily y Danielle tenían aruños en brazos y cara. Ambas habían luchado para liberar a la pobre chica, pero Haewon se resistía a liberarla y a cambio las australianas habían terminado igual o peor que la victima.

-Haewon es una fiera cuando se trata de Lily- Explicó Danielle, atizando su despeinado flequillo.

-Pensé que volverían más tarde- Comentó Jinhee.

-Que va, aprovechamos de irnos cuando le hacían RCP a la chica. Paz a su alma...- Añadió, mientras seguía arreglándose.

-¿¡Murió!?- Exclamó Haewon aterrada.

-¡No!- Respondió rápidamente Lily.

-¿Después de tragar medio océano?- Danielle continuó, encogiéndose de hombros- Quién sabe, es un milagro si sigue viva.

Lily vio a la castaña subir las escaleras en silencio. Fijo la vista en su hermana con reproche.

-¿Viste lo que hiciste?- Gruñó, dejándose caer en el sofá.

-Lo siento hermanita, sólo dije la verdad. Tranquila, ya se le pasará

Lily resopló, cubriéndose el rostro con ambas manos. ¿Se le pasará?. Miró hacia las escaleras y negó.

-Iré a ver si está bien.

Arriba habían tres habitaciones, la de sus padres, la de Dani y la de Lily. Esa última había sido asignada para Haewon también, a pesar de que Lily no estaba del todo segura de la decisión.

Tonterías Lily, si son pareja pueden compartir habitación, siempre y cuando nos dejen dormir... Esa había sido la respuesta de su madre, y a Lily no le quedó más remedio que aceptar.

-¿Hae, estás bien?- Lily cerró la puerta tras ella y avanzó un par de pasos. Con dificultad divisó a la castaña en la penumbra. La chica estaba sentada en la cama con la mirada en el piso- Hey Wonnie...- Se sentó junto a ella y la observó. Se veía triste y apagada, y se percató de un par de lágrimas en la comisura de sus ojos- ¿Haewon...?

-¿Por qué Lily? ¿Por qué debo quererte?, ¡Duele... Duele mucho!

-Wonnie, yo...

-Sé que no es lo mismo para ti. Soy sólo tu gata...- añadió con un hilo de voz. Se escuchaba rota y dolida.

-Eres más que mí gata Haewon, y eso es lo que me preocupa.

La castaña la observó atenta. Sus ojos felinos estaban cristalinos y amenazaba con ponerse a llorar. La australiana odiaba verla así.

-Lo sé, también soy tu inquilina...- Hizo una mueca- Lo que sea que eso signifique...

Lily negó. Se acercó un poco más y apartó el pelo de la mayor con sus dedos.

-Eres la mujer más hermosa que he visto jamás. Y dios Hae, no sabes como te deseo.

Haewon arrugó el ceño y negó disgustada, poniéndose de pie. ¿Cómo se atrevía a decirle aquello?

-No tienes que mentirme para que me sienta mejor Lily. Sé cual es mí lugar. Me quedo claro lo que soy y lo que siempre seré ante tus ojos- Se giró hacia la puerta lista a dejar la habitación. No podía seguir allí, no con la rubia tan cerca- Iré con Dani y...- Haewon sintió la mano de Lily sujetar la suya sin previo aviso. Se giró extrañada, sus ojos viajaban de la mano que sujetaba la suya hasta esos ojos color miel que la hechizaban- ¿Lily?

-No quiero que vayas con mi hermana- Jaló de su mano pegándola a su cuerpo y haciendo jadear a la pequeña- Quédate conmigo Haewonnie.

La cercanía de la rubia y su olor eran como un sedante para ella. No podía pensar con claridad, no podía moverse del lugar. Su cuerpo que parecía querer una cosa y estaba justo frente a ella, gritándole que no se fuera.

Me enamoré de mi gata > HaeLyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora