21- ¿QUIÉN DEMONIOS ES OH JINSOL?

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Lily había despertado a primera hora de la mañana, esa noche no había dormido bien pensando en la castaña ¿Por qué se comportó de ese modo?

Gruñó en su cama tapándose con la almohada. Esa gata puso tu mundo de cabeza Morrow. Se dijo a sí misma. Giró a la derecha, intentando conciliar nuevamente el sueño, pero un ronquido se lo impidió.

Guardo silencio, aún sin abrir los ojos ¿Habrá sido ella? No, el sonido se repitió. Al abrir los ojos se encontró con una especie de Dejà Vu, una chica en el lado izquierdo de su cama, dormía completamente desnuda; Su pelo enmarañado cubría su rostro, y de su boca ligeramente abierta colgaba un fino hilo de saliva que empezaba a empapar la almohada.

El grito de Lily resonó con fuerza, pero el efecto no fue el mismo que el pasado con Haewon, en esa ocasión chica lanzó un puño certero sin abrir los ojos, golpeando a la Australiana justo en el mentón y haciéndola caer de la cama.

-¡Mierda!- Se frotó el lugar golpeado, poniéndose de pie ¿Quién era esa?- Oye...- Toqueteó su hombro sin éxito- Hey tú, despierta- Agitó su hombro sin ninguna respuesta, la chica seguía roncando, ajena a los llamados de la rubia. Lily frunció el ceño y empezó a zarandearla con brusquedad- Despier... ¡Joder!

La castaña había lanzado una patada atinando en su parte sur. Los ojos de Lily se aguaron por el dolor. ¡Gracias a Dios no tengo pene, de lo contrario ésta imbéciles me lo habría quebrado!

La chica se estiró entre sonidos de placer y Lily la contempló sorprendida, la chica tenia buen cuerpo y era guapa sin duda, aunque no se sintió del mismo modo que con Haewon.

-¡Por mis garras, creo que dormí chueca!- Bostezó, sentándose en la cama- Para la próxima bájale a la calefacción, no me gusta tan caliente- Intentó ponerse de pie pero sus piernas flaquearon, cayendo sobre su culo y soltando un alarido de dolor.- ¡Madre felina, creo que me quede inválida!

Lily se acercó dudosa, viendo lloriquear a la chica en el suelo.

-¿Estás bien?

La castaña la miró con odio y bufó.

-¿Bien? ¿Crees que estoy bien? ¡Me duele el culo y mis patas parecen de gelatina! ¿¡Me quedé invalida, y tú tú preguntas si estoy bien!? Maldita humana.

-Bien, déjame ayudarte y...

-¡No, no me ayudes, para eso tengo patas!- Intentó ponerse de pie y en el proceso volvió a caer, miró a Lily con un puchero y luego la culminó con la mirada.- ¡Que estas esperando, ayúdame!

Lily rodó los ojos y la levantó, la chica era bastante pesada para su tamaño.

-¿¡Joder que comiste, piedras!?

-¡Duhh obvio no, comí pollo crudo!

La australiana la miró sorprendida.

-¿Estás loca? ¿Qué clase de persona eres tu!?

-¡Cárgame de caballito!- Ordenó como niña berrinchuda.

-¿¡Acabo de decir que pesas y planeas que te cargue!?


10 minutos después...

-Joder, mi espalda...- Lily se estiraba adolorida. Llevarla cargada hasta la cocina no fue la mejor idea- ¿Puedes por favor ponerte la camisa?

-¡Jamás! Odio la ropa, ¡Es incomoda!

La rubia se asombró, era como ver a una versión odiosa de su Hae recién convertida en mujer.

Me enamoré de mi gata > HaeLyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora