Jiwoo sujetaba con fuerza la mano de Haewon mientras la peluquera lavaba y desenredaba su pelo. ¿O era al revés?
¡Dios Won, vas a romperme la mano!- Se quejó con un gesto de dolor intentando zafarse del agarre sin éxito.
-Lo siento Hámster, es que no me gusta el agua en mi pelo.
Después de conseguir que la castaña se bañara en su casa, Jiwoo la había llevado a la peluquería, lo más tedioso fue esa melena rebelde que debía ser amansada cuanto antes.
La peluquera suspiró aliviada cuando finalmente logró liberar el último nudo.
-Bueno ahora puedo empezar a cortar. ¿Algún corte en especial?
-Déjalo por sus hombros, he hidrátalo un poco, queremos que luzca como nuevo. Ah y también le urge una manicura.
-Cuente con eso.
El proceso fue tardío, aquella melena le estaba causado mucho trabajo a la pobre peluquera.
Jiwoo se había sentado a esperar en un sofá con viejas revistas, ese hecho le pareció irónico y ofensivo.
-¿Quien deja revistas de hace diez años? Es como leer que Kristen Stewart y Robert Pattinson están saliendo cuando en la actualidad Stewart es más lesbiana que la palabra- Rodó los ojos y dejó la revista en su lugar por primera vez me pongo en lugar de mis pacientes cuando deben esperar su turno de consulta. Voy a pedirle a mi secretaria que actualice las revistas mensualmente, esto es denigrante.
Cambió su pierna de posición, su trasero dolía y su aplicación de crucigramas ya le empezaba a provocar migraña.
-¿¡Santo dios cuanto falta!?, siento que llevo aquí un siglo- Susurró inquieta, mientras rebuscaba sus redes- Internet esta sobrevalorado.
...
Después de la peluquería la coreana había decidido cambiar por completo la imagen de la otra y solo podía conseguirlo eliminando esa horrenda playera gigante de Lily, cosa que Haewon no estaba dispuesta a aceptar.
-Wonnie, puedes usarla, pero no para salir ¿Sabes lo ofensiva que es esa prenda para cualquier conocedor de moda? Ese atuendo ni siquiera debería existir.
-A Lily se le ve bien.
-Bueno, hay que admitir que a esa maldita australiana todo le queda bien, especialmente porque a ella no le queda como un vestido de monja- Explicó. La chica era tan bajita que la misma camisa que a Lily le sentaba genial sobre los muslos, a ella le cubría las rodillas.
Haewon hizo un puchero como última alternativa y Jiwoo le sonrió
-Ni hablar Won, tus métodos de convencimiento no funcionan con esta psicóloga, aquí la que juega con las mentes soy yo, así que vamos.
Si Jiwoo estaba perdiendo la paciencia en la peluquería terminó de agotarse en las tiendas de moda.
Haewon no aceptaba ningún atuendo, y ni siquiera había permitido que la viera en ninguno.
No me gusta.
Muy ajustado.
Es incómodo.
No creo que me quede bien...
¡Me asfixio!
No...
NO.
¡Nooo!
-¡Suficiente, Oh Haewon como no salgas de ese probador ya mismo me aseguraré de que no vuelvas a comer atún en lo que resta de tus 7 vidas!- Amenazó impaciente.
ESTÁS LEYENDO
Me enamoré de mi gata > HaeLy
FanfictionLily había tenido una fuerte discusión con su novia, Kyujin. ¿Cómo había sido capaz de besar a Eunchae?. Maldita coreana Se sentó en una desgastada banca del parque y contempló las estrellas. Pero no contaba que por un deseo su vida daría un giró in...
