5.

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Sergio acariciaba con delicadeza el pecho de su novio. Su mano subía y bajaba... a veces bajaba demasiado, pero evitaba meter la mano bajo la sábana, solo porque se sentía agotado. Pocas veces, después del sexo, se sentía agotado, pero ese día lo hacía. Y no era por la hora. Apenas tenía 30 minutos teniendo 20 años.

—¿Qué fue lo que me dijiste en croata, mi cielo? — murmuró. Acababa de salir del orgasmo. Estaba muy perdido, complacido, cansado... feliz. Adolorido, también, pero eso era lo de menos. Era un dolor placentero, mientras todavía sentía cómo el semen de Luka le escurría las piernas.

—¿Perdón?

—Hace rato, que...

—Oh. — Luka frunció el ceño. Sintió cómo sus mejillas se coloreaban. —No es... ya sabes, es que...

—Sé cómo suena "te amo" en croata... entonces dudo que haya sido eso. Le voy a preguntar a Ivan. — amenazó divertido Sergio, Luka bufando, apenas logrando no taparse la cara por la vergüenza.

Había estado caliente incluso al salir de Sergio, y ver cómo su semilla se escurría entre sus piernas, cosa que ahora entendía disfrutaba mucho. Muchísimo, tal vez. Deseaba repetirlo, necesitaba repetirlo.

—No le preguntes a Ivan. — pidió Luka, abrazando con más fuerza a su novio. Le dio un besito en la frente. Soltó un suspiro. Oh, dios... —Te dije que te veías como una puta. — dijo rápido, pero muy firme, Sergio levantando la vista, la lujuria en sus ojos haciendo que Luka relamiera sus labios.

—Y eso que no me has visto montándote. — ronroneó.

—¿Tienes sueño?

Sergio negó. . . y Luka supo que podía saciarse volviendo a besarlo, volviendo a tocar la piel, ahora Sergio sobre él buscando otra buena erección para follarse a sí mismo, los movimientos insistentes de su pelvis logrando el objetivo tan rápido que Luka apenas tenía conocimiento de si estaba totalmente en la realidad como para volver a sentir lo que acababa de sentir... pero no le interesaba, quería volver a coger con Sergio, lo necesitaba demasiado, y no ayudaba verlo arriba de él, tomándole la verga y guiándola a su apretado coño, mismo que penetró con rudeza que llevó a ambos a gemir al mismo tiempo, Sergio estirando el cuello, echándose hacia atrás mientras sonreía mirando al techo, bajando sin dudarlo para tener a Luka completamente dentro de él: las cortinas de los grandes ventanales que daban vista a media ciudad, siendo lo único que iluminaba el cuarto que ahora constaba de sombras preciosas mismas que los excitaban más: no solían tener sexo con las luces apagadas, adoraban verse... pero probando cosas nuevas, Luka descubrió que las sombras eran muy agradables, sobre todo con el escultural cuerpo de Sergio, mismo que subía y bajaba, la mano de Sergio sobre el pecho del mayor, mientras se follaba a sí mismo y gemía su nombre, los carnosos labios entreabiertos llevando a Luka a tomarlo del cuello para jalarlo hacia abajo, la lengua invadiendo la cavidad del español, mismo que igual usó su lengua en una batalla campal para ver cómo le llenaba de saliva la boca a Luka, ahogando así los gemidos de ambos, mismos que maquillaron el sonido de la puerta...

—Tienen como cinco segundos para vestirse, que era yo, o Bale, y ya saben cómo es Bale. — interrumpió una voz tan familiar, que Sergio no pudo reaccionar, todavía montando a su novio hasta que el apellido de Bale resonó demasiado mal. Luka ya había detenido sus movimientos... pero es que era muy surreal.

—¿Toni?

—Voy a abrir, a ver si así se apuran. — dijo, ejecutando su promesa en el acto, Sergio solamente tomando la sábana que tenía a la mano para medio taparse, sobre todo bajo el abdomen (tanto suyo como el de Luka) pero sin permitirse moverse, todavía teniendo a Luka adentro cuando al girar miedo cuerpo, pudo ver a Toni: Luka se sentó. Descubrió que Sergio era un cínico, pero tampoco hizo intento en salir de él, aun así, sosteniéndose de sus caderas para poder ver al alemán.

Maybe I'm the problemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora