6.

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Siendo lunes, Kroos había pensado tan seriamente en cambiarse de habitación, que Bale incluso pretendía que no le hablaba.

"¿Pueden decirle a Kroos que apague la luz?"

(9:50)

Luka rodó los ojos. Sergio vio el mensaje a través de la pantalla del celular del croata, en el que estaba acurrucado. Veían una película. Ese día, como los otros, se dormían temprano solo porque Cristiano, Toni, y claramente, Bale (el de la idea), adoraban conocer gimnasios en otros lugares, entonces, para aprovechar todo el día, cenaban a las siete, convivían un poco, y para las nueve, ya estaban acostados, casi listos para dormirse.

"Kroos, apaga ya la luz."

. . .

"No seas naco."

(9:51)

Sergio y Luka rieron bajito.

"Ya es hora de dormir, Toni, anda."

(9:53)

Complementó Luka, dejando el celular boca abajo sobre su abdomen.

—Tontos. — gritó Sergio, Luka tapándose los labios que separó por sorpresa.

—¡Dile que apague la luz!

—¡Apágala tú!

—¡No seas jodido! — se escuchó muy a lo lejos con el clásico acento marcado, Cristiano.

—Ash, los odio. — gritó Toni, entonces levantándose para apagar la luz. Realmente le quedaba más cerca. Solo estaba buscando molestar a Bale, no era que necesitara las luces prendidas, de toda forma el día lo había cansado lo suficiente, y ya no quería seguir leyendo.

Cerró los ojos apenas tocó la cama... pero al abrirlos, sintió que había sido como un parpadeo. Frunció el ceño. Solo dios sabía qué hora era... no importaba. Lo que importaba era que, por quinto día consecutivo, podía escuchar cómo la cama de junto rechinaba, y se movía al ritmo de los gemidos de Sergio, y los jadeos de Luka. Toni soltó un suspiro. Apretó los labios. Supo que no iba a poder dormirse de nuevo, y se sintió mal por ello. Soltó un (otro) pesado suspiro. Volvió a apretar los ojos: la luz que entraba por su cortina era lo poco que le hacía sentirse centrado, pero no ayudaba mucho cómo Sergio rogaba por más, la manera en la que uno podía saber perfectamente bien cuando Luka tocaba un punto específico. El ritmo, que algunos días Sergio marcaba pidiendo más, las pausas, cuando Sergio se quejaba. Los gemidos ahogados, y cada orgasmo que Toni había tenido que escuchar... porque quería. La realidad era que tenía la confianza para decirles que los escuchaba, pero no quería decirles, porque no quería dejar de escucharlos. Y, por tercera vez, la diestra, sin permiso, se metió debajo del short que usaba para dormir, la palma acariciando con suavidad la dureza ya presente, rápidamente pasando a rodearla mientras separaba los labios, y movía su mano al ritmo de los gemidos del español, mientras buscaba no hacer demasiado ruido, mientras sentía cómo su propia humedad le hacía más simple masturbarse, las oleadas de placer motivándolo a continuar como hacía una noche... o hacía dos. Es que necesitaba hacerlo. De verdad lo necesitaba, y sí, se sentía horrible... pero estando tan excitado no le importaba imaginarse a Sergio debajo de él. Y joder, sonaba horrible, de verdad lo hacía, porque Sergio no le gustaba, no sentía ningún interés romántico por él, y jamás le habría coqueteado. Ni siquiera le había mirado el culo de forma intencional, a pesar de que la imagen de este le hiciera sentirse más mojado, aumentando el ritmo de su mano mientras Luka aumentaba el ritmo de las estocadas que hacían a Sergio jadear sin control, una bofetada tan sonora haciendo que el gemido igual de presente resonara por la habitación... y eso le llevó a Toni a girarse un poco, para mirar a Bale, que movía su impaciente mano contra su miembro. Toni se soltó. Joder...

Maybe I'm the problemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora