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Sergio tenía que seguir tomando sus clases. . . pero aceptó, el lunes y el martes, que estaba demasiado triste. Que no podía levantarse. Había pasado todo el fin de semana en cama, y apreciaba que Kroos tuviera llaves, de otra forma no habría dicho una sola palabra en todo ese tiempo.

—¿Sergio? — había llamado el alemán, en voz alta. Entró con miedo al departamento. Era lunes, y había visto a Luka demasiado afectado en la escuela, pero se había encogido de hombros, y respondido "no sé" cuando le habían preguntado por Sergio. Lucía indiferente, pero perdido... y eso preocupó a Toni lo suficiente como para ir a buscar a Sergio, quien no había ido a la escuela, quien no había ido al gimnasio, quien no respondía los mensajes. —Soy yo..., Toni. Permiso. — cerró la puerta con cuidado. Al pasar con cautela, el aroma de algo putrefacto lo llevó a inmediatamente ver, debido a la exposición natural arquitectónica, la bolsa de la que estaba seguro provenía el aroma. Tenía comida que ya no servía, y que Toni se animó a tirar solo para poner una bolsa nueva. Se asustó por un instante... pero le tranquilizó saber que no habría visto a Luka si a Sergio le hubiera pasado algo... pero qué sabía él. Se adentró, solo para ver el bulto de sábanas sobre la cama, Sergio enredado entre ellas..., él estaba dormido, entonces Toni se animó a regresar al comedor para sacar la comida, y ponerla en platos, llevándola poco apoco a la habitación de Sergio, a quien después de media hora, decidió despertar.

—Hey, Sergio... ¿todo bien? — optó por extender su mano, para quitarle algo de cabello rebelde de la cara. Sergio no sonrió. Tenía ojeras, y ojitos cansados, incluso si había estado durmiendo hasta entonces.

Negó con suavidad.

—Toni...— murmuró. —No sé qué hacer. — estaba perdido. Acababa de soñar. Todavía se sentía en los brazos de Luka, a quien necesitaba exageradamente.

Toni le acarició la mejilla a su amigo.

—Estoy para ayudarte. Todos lo estamos. — aseguró. No sabía a qué podía referirse Sergio, pero no le mentía; vio las lágrimas resbalar de sus ojos, y sintió pena por él.

—Luka no...

No quería contradecirlo.

—¿Qué pasa?

—Estoy encinta. —

—¿Qué?

—Estoy esperando un bebé. — Sergio sonrió con suavidad. Toni tragó saliva.

—¿De verdad?

Sergio asintió. Joder. Toni evitó que su respiración se acelerara. No le gustaba a dónde iban sus deducciones.

—¿Cómo te sientes con ello?

—¿Con el bebé?

Ahora fue Toni el que asintió. Sergio seguía cubierto hasta el cuello, pero se notaba cierta calidez dentro de toda esa fragilidad.

—Feliz...— acertó a decir. —Ya te debes imaginar que es de Luka.

Toni lo sabía. Sonrió con suavidad, apretando los labios.

—Felicidades. — murmuró, acariciándole la mejilla. Joder, joder. Evitó suspirar muy alto, solo porque no quería demostrar la preocupación que le causaban sus pensamientos. —¿Y tú cómo te sientes, quitando al bebé? — era suave con sus preguntas. No quería caer en la imprudencia, y se habría odiado de hacerlo... pero es que estaba demasiado sorprendido.

Sabía que algo iba mal. Asumió que Luka había terminado con Sergio, o al revés... pero no esperaba que fuera por eso.

Viéndolo desde ahí, podía tener sentido... pero Toni no lo entendía. No podía hilar una cosa con la otra.

Maybe I'm the problemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora