Prólogo - El Enigma de las Alas Mestizas

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En un remoto rincón del mundo, donde los prados verdes se mecían con la brisa y el canto de los pájaros llenaba el aire, vivía una joven llamada Elena. Desde su infancia, Elena había sido una exploradora incansable, siempre buscando aventuras en los campos de la granja donde creció junto a su padre.

Sin embargo, la vida en la granja no siempre fue fácil. Una serie de desafíos, desde depredadores acechantes hasta la sequía implacable, obligaron a Elena y su padre a dejar atrás su hogar y buscar refugio en la ciudad. A pesar de su amor por el aprendizaje, Elena nunca logró sentirse completamente cómoda en el entorno urbano, anhelando los paisajes verdes y la libertad de la naturaleza.

Con 18 años, cargada con sueños de aventura, Elena decidió regresar a su elemento natural y emprendió un viaje hacia un bosque distante. Allí, rodeada por la majestuosidad de los árboles centenarios, se encontró con un peligro inesperado. Pero en su hora de necesidad, un misterioso hombre alado llamado Erelion surgió para protegerla, revelando un don único que le permitía ser intimidante; sus alas.

A medida que pasaba el tiempo, la desconfianza inicial entre Elena y Erelion se transformó en una profunda conexión, basada en el mutuo respeto y confianza. De vuelta en casa, Elena compartió su experiencia con su padre, sabiendo que podía confiar en él para guardar su secreto.

Día tras día, Elena y Erelion se encontraban en lo más profundo del bosque, explorando los misterios de la naturaleza y fortaleciendo su vínculo. La conexión entre ellos era tan fuerte que, eventualmente, Elena tomó la decisión de dejar la ciudad y vivir en el bosque junto a su amado, construyendo una nueva vida llena de amor y aventura.

Juntos, construyeron una cabaña entre los árboles, donde el amor que compartían dio frutos en forma de una niña llamada Nisha. A medida que ella crecía, sus padres descubrieron su naturaleza mestiza única, capaz de ocultar sus alas a voluntad. A través de enseñanzas y cariño, Elena y Erelion guiaron a su hija en su viaje hacia el autodescubrimiento.

El tiempo pasaba, y la familia vivía en armonía, compartiendo momentos de alegría y aprendizaje. Pero el destino aún guardaba muchas sorpresas para ellos, y el futuro de Nisha estaba lleno de misterio y posibilidades infinitas.

Un día inesperado, llegó la tragedia. 

Nisha celebró sus 16 años, la sorpresa que ella no sabía, es que iba a conocer a su abuelo. Elena y su hija decidieron volar hacia Selvérker, pero el destino tenía otros planes. Erelion cargó a su esposa y junto a Nisha, volaron hacia la ciudad para evitar un largo viaje por tierra.

Sin embargo, su vuelo tranquilo se vio interrumpido por la presencia de cazadores furtivos. Los hombres armados, al ver a los seres alados, dispararon sin piedad, sembrando el caos y el terror en el cielo.

Elena, desesperada por proteger a su hija, le ordenó que huyera hacia la ciudad, mientras Erelion distraía a los cazadores. Con el corazón desgarrado, Nisha se despidió de sus padres y se alejó volando hacia la seguridad que su madre le había indicado.

Mientras tanto, en medio del caos y la confusión, Elena huyó por la carretera cercana mientras Erelion volaba entre los árboles para alejar a los cazadores y su esposa le iba siguiendo por tierra, alejada del peligro

Pero la tragedia no tardó en golpear. Un disparo resonó en la distancia, y Elena, al ver a su marido caer desde el cielo, se adentró al bosque para socorrerle.

Pero tras ir en su búsqueda, no percibe un peligro cercano y es alcanzada por una bala perdida de los cazadores, cayendo herida de gravedad en mitad del bosque, muriendo casi al instante.

La noticia de su muerte se difundió rápidamente, dejando a su padre devastado y sin consuelo.

Mientras tanto, la policía buscaba respuestas, pero el cuerpo de Erelion nunca fue encontrado, dejando un misterio sin resolver en medio de la tragedia.

Los cazadores fueron detenidos, y al no obtener pruebas de aquellas criaturas haladas, finalizaron la búsqueda.

Nisha por otra parte, sin mirar atrás siguió volando hasta la ciudad.

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